La política migratoria que elabora el expresidente Donald Trump para ejecutarla en caso de ser reelecto en los comicios de noviembre de 2024 está generando “preocupaciones” entre abogados y organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes en Estados Unidos. El sábado, el diario The New York Times reveló nuevos detalles de una nueva política migratoria de ‘tolerancia cero´ del exmandatario, que entre otras medidas incluye la construcción de campos para internar extranjeros donde serán procesados para ser deportados, el arresto de millones de indocumentados que llevan tiempo en el país y aumentar las limitaciones a la inmigración legal, entre ellos el asilo.
Según Univisión.com, para cumplir con los objetivos, los planes del exmandatario contemplan que agentes federales del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) “recorran el país en busca de inmigrantes no autorizados y deportar a millones de personas cada año”, aseguró el periódico neoyorquino. Y agregó que, para ayudar a acelerar las deportaciones masivas, “Trump está preparando una enorme expansión de una forma de expulsión que no requiere audiencias de debido proceso”.
Luego de revisar las publicaciones respecto al plan migratorio del expresidente y tras el fallido intento el martes de un grupo de legisladores republicanos de la Cámara de Representantes de someter a juicio político al secretario del DHS; Alejandro Mayorkas, la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA) tildó de “destructivo” el plan migratorio que Trump implementaría de regresar a la Casa Blanca si gana la elección del 2024.
“La reciente cobertura de Stephen Miller y el ataque planeado por la campaña de Trump contra los inmigrantes y la inmigración si ganan las elecciones de 2024 debería asustarnos a todos”, dijo Ben Johnson, director ejecutivo de AILA. “Llevarían a Estados Unidos a la época de los campos de internamiento, las pruebas de pureza ideológica y las deportaciones masivas que desgarrarían a las familias estadounidenses, la economía y nuestros valores”.
Johnson comentó además que los planes de la nueva versión de la política migratoria de ‘tolerancia cero’ “incluyen un ataque sin precedentes a la 14ª Enmienda de la Constitución para despojar a la ciudadanía por derecho de nacimiento y crear una subclase permanente de no ciudadanos”. El director de AILA, organización que agrupa a más de 17,000 abogados de inmigración a nivel nacional, también dijo que “francamente, hace apenas 10 años este tipo de propuestas extremistas nunca habrían sido sugeridas por un líder de un partido político importante y habrían sido rechazadas abrumadoramente por ambos partidos”.
Activistas de organizaciones proinmigrantes también reaccionaron a la estrategia migratoria de Trump. “Está claro que los planes antidemocráticos y antiinmigrantes de un segundo mandato propuesto por el expresidente son una amenaza para todos”, dojo Vanessa Cárdenas, directora ejecutiva de America’s Voice. “Desde los campos de deportación prometidos hasta su defensa de la separación familiar y su deshumanizante lenguaje nacionalista blanco, un segundo mandato de Trump no sólo sería devastador para las comunidades de inmigrantes, sino que infligiría un daño masivo a nuestra democracia y a lo que el candidato presidencial Joe Biden llamó ‘el alma de Estados Unidos’”, indicó. Cárdenas dijo además que “la suma total de la retórica y las líneas políticas de Trump no es un plan para gestionar la inmigración, sino una estrategia para socavar nuestra democracia y redefinir quiénes somos como nación”.
A su vez, Matt Barreto, un encuestador encargado por grupos aliados a los demócratas, dijo en relación con el plan migratorio del expresidente que se trata de una estratagema “extrema” y “draconiana” contraria a lo que la mayoría de los estadounidenses, según las encuestas, prefieren, como el apoyo a la inmigración legal y otorgar estatus legal a algunos inmigrantes indocumentados.
“No hay duda ni argumento de que Trump le está diciendo claramente al público estadounidense que usará el poder de la presidencia para cazar inmigrantes en suelo estadounidense y resucitar una de las peores acciones que nuestro gobierno haya tomado jamás”, dijo Beatriz López, subdirectora ejecutiva de Immigration Hub. “Retener insensiblemente a personas trabajadoras y familias en campos de internamiento no es normal: es vil e inaceptable”.
Además de volver a decretar la inmigración indocumentada como una amenaza a la seguridad pública y nacional de Estados Unidos, el plan migratorio de Trump para un posible segundo mandato incluye la ubicación, arresto y procesamiento para deportación de la totalidad de extranjeros indocumentados en el país. La estrategia, además, incluye:
-Redadas masivas;
-Deportaciones masivas y aceleradas y/o expeditas;
-Centros masivos a gran escala de internamiento de extranjeros;
-Juicios de deportación acelerados;
-Nuevas restricciones para la entrada al país de ciudadanos de países de mayoría musulmana;
-Revocación de visas a estudiantes extranjeros que participen en marchas contra Israel y a favor de la causa palestina;
-Retomar la construcción del muro en la frontera;
-Restitución del Título 42 de los CDC;
-Restitución del Programa Permanecer en México (MPP) para solicitantes de asilo:
-Restringir la política de asilo;
-Restringir los programas de visas y aumentar requisitos para el otorgamiento de visas en consulados y embajadas;
-Cancelar los programas de Estatus de Protección Temporal (TPS);
-Eliminar programas humanitarios vigentes;
-Eliminar la ciudadanía por nacimiento a hijos de indocumentados cambiando la Enmienda 14 de la Constitución.
En cuanto a la polémica desatada por la política de separaciones forzadas de familias en la frontera durante su gobierno, Trump dijo en una reciente entrevista exclusiva a Televisa Univision “lo hicimos por un tiempo” e impidió que “cientos de miles de personas vinieran porque cuando escuchan la separación familiar, dicen, bueno, será mejor que no vayamos. Y no vinieron”. Pero no explicó que esa estrategia fue frenada por los tribunales de justicia.