Seúl.- Corea del Norte anunció el jueves la suspensión de un acuerdo firmado en 2018 con Corea del Sur para reducir las tensiones militares y el refuerzo de sus tropas en la frontera tras el lanzamiento de un satélite por parte de Pyongyang.
El lanzamiento fue condenado por Estados Unidos y sus aliados y llevó a Seúl a suspender parcialmente el acuerdo de 2018 y reanudar las operaciones de vigilancia en la frontera.
En un comunicado del Ministerio de Defensa este jueves, el país equipado con armamento nuclear anunció que suspendía totalmente ese pacto que buscaba mitigar las tensiones en la península.
“Nos retiraremos de las medidas militares tomadas para prevenir tensiones militares e incidentes en toda las aéreas como tierra, mar y aire, y colocaremos fuerzas fuertemente armadas y equipamiento militar de avanzada en la región” junto a la frontera, dijo el ministerio según un comunicado difundido por la agencia de prensa estatal KCNA.
El comunicado agregó que Pyongyang “nunca más volverá a estar atado” por el acuerdo, según KCNA.
El lanzamiento del satélite Mallingyong-1, ante el sonriente dirigente norcoreano Kim Jong Un, fue condenado por Washington, Seúl y Tokio como una “violación descarada” de las sanciones de la ONU.
Era el tercer intento este año de poner un satélite en órbita por parte de Pyongyang y el primero desde la cumbre entre Kim y el presidente Vladimir Putin en un cosmódromo ruso en septiembre.
Corea del Norte afirmó que el satélite está en órbita y que Kim Jong Un ya revisó imágenes de bases militares estadounidenses en Guam.
El ejército surcoreano confirmó que el satélite estaba en órbita pero aseguró que era demasiado temprano para afirmar si estaba funcionando.
El ministerio norcoreano insistió el jueves que la puesta en marcha de un satélite está incluida en su “derecho a la autodefensa” y restó importancia a la respuesta “extremadamente histérica” de Seúl.
Acusó a su vecino meridional de haber puesto en peligro el acuerdo al incrementar las provocaciones militares y aseguró que hace tiempo que este pacto “se ha reducido a un trozo de papel”.
También calificó de “temeraria” la decisión de Seúl de suspenderlo parcialmente, según KCNA.
Corea del Sur “debe pagar caro sus graves e irresponsables provocaciones militares y políticas que han llevado la situación actual a una fase incontrolable”, aseguró la cartera de Defensa.
La agencia estatal norcoreana también explicó que el satélite empezará su misión formal de reconocimiento el 1 de diciembre.
Disponer de un satélite de espionaje permite a Corea del Norte mejorar su capacidad de recoger información, especialmente de Corea del Sur, y conseguir datos que pueden ser cruciales en un eventual conflicto, según los expertos.
Para Estados Unidos supone una vulneración de las resoluciones de la ONU que impiden a Pyongyang desarrollar tecnología balística, que se aplica tanto en lanzamientos de misiles como de satélites.
El lanzamiento también parece ser el pistoletazo de salida de una carrera espacial en la península de Corea, según los expertos, dado que Seúl planea poner en órbita este mes su primer satélite de espionaje mediante un cohete de SpaceX.
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