El Congreso de Estados Unidos destituyó el viernes al legislador republicano George Santos, que se distinguió por sus repetidas mentiras, y lo acusó de delitos financieros.
Una sanción de este tipo sólo registra cinco precedentes a lo largo de la historia de la Cámara de Representantes. Se necesitaba una mayoría especial de dos tercios de los 435 legisladores para votar la expulsión. La votación fue de 311 a 114. Santos, de 35 años e hijo de inmigrantes brasileños, había afirmado el jueves, en su defensa ante el Congreso, ser víctima de “acoso”.
Cuando empezó a quedar claro que la expulsión era un hecho, Santos se echó su abrigo sobre los hombros, estrechó la mano de algunos legisladores de derecha que votaron contra la expulsión, y salió del recinto. Bajó las escaleras del Capitolio hasta su automóvil, seguido por decenas de reporteros.
Santos le dijo a CNN después de que la Cámara votara a favor de expulsarlo que “se acabó”. La Cámara habló, ese es su voto. Simplemente sientan un nuevo y peligroso precedente”, añadió. Cuando se le preguntó si todavía se quedaría y usaría privilegios de no miembro porque no está condenado, Santos dijo: “¿Por qué querría quedarme aquí? Al diablo con este lugar”.
También respondió: “¿Saben qué? Como extraoficialmente ya no soy miembro del Congreso, ya no tengo que responder a sus preguntas”.
“Evidencia abrumadora” en su contra
Hace dos semanas, un informe de legisladores republicanos y demócratas miembros del Comité de Ética de la Cámara encontró “evidencia abrumadora” de mala conducta por parte de Santos y alegó que había “tratado de explotar fraudulentamente todos los aspectos de su candidatura a la Cámara para su propio beneficio financiero personal”.
Santos se declaró recientemente no culpable de acusaciones federales como haber defraudado a sus donantes de campaña, así como de lavado de dinero y fraude electrónico.
Se le acusa de utilizar dinero de donaciones en cirugías con técnica bótox y como usuario del sitio web de Onlyfans, fraude con tarjetas de crédito y robo de identidad, así como de cobrar prestaciones por desempleo a las que no tenía derecho durante la pandemia de coronavirus, antes de su elección.
El legislador llegó al Congreso en 2022, ayudando a los republicanos a conseguir una mayoría mínima en la Cámara.
Sin embargo, poco tiempo después salió a luz que había mentido sobre casi todo lo que aparecía en su aparentemente deslumbrante currículum. Según la ley de Nueva York, la gobernadora Kathy Hochul debe convocar una elección especial dentro de los 10 días siguientes a la vacante del escaño de Santos, y esa elección especial debe celebrarse entre 70 y 80 días después de la convocatoria.
“Estoy preparada para asumir la solemne responsabilidad de cubrir la vacante en el tercer distrito de Nueva York”, escribió Hochul el viernes en X, la plataforma conocida formalmente como Twitter. “La gente de Long Island no merece menos”. La vacante brinda a los demócratas la oportunidad de cambiar el escaño mientras los partidos luchan por la mayoría en la Cámara en 2024.