Sao Paulo.— El acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur no se cerrará esta semana como estaba previsto, después de que los negociadores no superasen las diferencias en materia ambiental o en licitaciones públicas, entre otros.
La Comisión Europea, que negocia en nombre de los 27 países de la UE, y Brasil —que preside actualmente el Mercosur— tenían grandes esperanzas de sellar definitivamente el acuerdo en una reunión celebrada en Río de Janeiro el 7 de diciembre. Sin embargo, este fin de semana Francia y luego Argentina expresaron sus reservas sobre el pacto.
“Hablé con el presidente Emmanuel Macron” este fin de semana, afirmó ayer el presidente brasileño. Luiz Inácio Lula da Silva. “Como todos los presidentes franceses”, mencionó “problemas financieros con los agricultores franceses”, añadió. El sábado, Macron djo que el acuerdo es anticuado y “no es bueno para nadie”. Se quejó de que el acuerdo “No toma en cuenta la biodiversidad ni el clima”.
La inminencia de la investidura del presidente electo argentino, Javier Milei, prevista para este domingo, ha supuesto un lastre para los negociadores argentinos, nombrados por el Gobierno saliente.
Milei se ha mostrado crítico con el Mercosur, al que ha tachado de “unión aduanera de mala calidad” y durante la campaña amagó con sacar al país del bloque, aunque ha suavizado su discurso desde entonces.
El canciller saliente argentino, Santiago Cafiero, dijo ayer que “los tiempos ya no dan” para firmar el acuerdo.
En opinión del ministro, “si se pone en funcionamiento tal como está” el acuerdo comercial entre ambos bloques, “habría que restringir exportaciones”.
Los sindicatos argentinos se sumaron al rechazo. “Este acuerdo se enmarca en lo que conocemos como tratados de libre comercio y definitivamente atenta contra millones de puestos de trabajo”, dijeron.
