El bloqueo de los republicanos del Senado al multimillonario paquete de asistencia militar para Ucrania fue respondido el miércoles por el presidente Joe Biden ofreciéndoles lo que en realidad quieren, cambios en política migratoria. Según informa Univisión.com en su portal, desde la Casa Blanca, Biden calificó la postura de los republicanos contra incluir en el presupuesto los $11,000 millones de ayuda a Ucrania de “asombrosa” y “un regalo” para el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
“Están dispuestos a literalmente poner de rodillas a Ucrania en el campo de batalla y dañar nuestra seguridad nacional en el proceso”, dijo Biden. Biden enfatizó que está dispuesto a “hacer concesiones significativas en la frontera”, si eso es lo que hace falta para que el paquete sea aprobado por el Congreso, en su propuesta más clara hasta el momento hacia los republicanos para tratar de destrabar las negociaciones presupuestarias.
Esa declaración ha generado al menos cierta esperanza de que se puedan lograr avances en los próximos días en un asunto que cada vez parece más urgente. “Si no apoyamos a Ucrania nosotros, ¿qué va a hacer el resto del mundo?”, añadió Biden. “Necesitamos arreglar el sistema fronterizo roto. Está roto”, reconoció Biden, y agregó que él también está “listo para cambiar la política”.
Aunque Biden no mencionó medidas específicas, está claro que lo que quieren los republicanos son más restricciones en lo que califican “políticas de puertas abiertas” en la frontera. El senador James Lankford, republicano de Oklahoma que ha estado liderando las negociaciones del Senado sobre la política fronteriza, se mostró alentado por lo dicho por el presidente.
Senadores de ambos partidos reconocieron que tendrán que actuar con urgencia si se quiere llegar a un acuerdo. Está previsto que el Congreso permanezca en Washington solamente unos días más antes de fin de año. Los demócratas involucrados en las negociaciones también dijeron que podría ser útil la implicación del presidente, así como del líder republicano del Senado, Mitch McConnell.
“Este tipo de problema espinoso y difícil es exactamente en lo que Biden y McConnell han trabajado antes. Y podríamos utilizar su ayuda y su liderazgo en esto”, dijo el senador Michael Bennet, demócrata por Colorado, otro de los negociadores. Hasta ahora, McConnell, si bien es un claro partidario de la ayuda a Ucrania, se ha puesto del lado de los republicanos que se mantienen firmes en contra del paquete a menos que incluya cambios en las políticas fronterizas.
El senador Chris Murphy, demócrata por Connecticut, que ha participado en las negociaciones, dijo que las duras posiciones de los republicanos dejaba poco margen para un acuerdo y se mantuvo escéptico de que se pudiera alcanzar con el poco tiempo que hay antes del receso de fin de año. “Tienen que decidir si quieren negociar o si quieren hacer demandas de tipo ‘lo tomas o lo dejas'”, dijo Murphy.
Los republicanos argumentan que el número récord de migrantes que cruzan la frontera sur representa una amenaza a la seguridad porque las autoridades fronterizas no pueden controlarlos adecuadamente. También dicen que no pueden justificar ante sus electores el envío de miles de millones de dólares a otros países sin abordar la frontera interna. Hasta este miércoles, los senadores habían llegado a un acuerdo para elevar el estándar inicial para que los inmigrantes ingresen al sistema de asilo. Pero han estado en desacuerdo sobre la imposición de limitaciones al llamado ‘parole humanitario’, un programa que permite al gobierno admitir temporalmente a inmigrantes.
Pero el senador John Cornyn, republicano de Texas, dijo que las conversaciones del Senado “nunca podrán negociar los cambios políticos sustanciales y significativos” que quieren. Cornyn calificó los comentarios de Biden de “positivos” y opinó que las negociaciones deberían incluir a continuación al presidente, a McConnell y al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.
La voluntad del presidente de involucrarse directamente en el tema conlleva un riesgo político. Los defensores de los inmigrantes y algunos senadores demócratas han dado la voz de alarma sobre la posibilidad de restringir el sistema de asilo. El senador Alex Padilla, un demócrata de California que encabezó una declaración junto con otros 10 senadores el mes pasado pidiendo que se incluyera en las negociaciones un aumento de la inmigración legal, dijo que estaría observando de cerca lo que Biden acuerde en materia de seguridad fronteriza.
“El diablo está en los detalles”, dijo Padilla, añadiendo que la dirección de las conversaciones en el Senado ha sido “preocupante desde el primer día”. Incluso si el presidente y los senadores de alguna manera encuentran una manera de avanzar en materia de seguridad fronteriza, cualquier acuerdo enfrentaría obstáculos importantes en la Cámara de Representantes.
Los conservadores de extrema derecha que tanto han influido en los vaivenes que ha vivido la Cámara los últimos meses han prometido bloquearla a menos que se adhiera a un amplio conjunto de duras políticas fronterizas y de inmigración. Johnson, quien como presidente de la Cámara ya ha expresado un profundo escepticismo sobre la financiación para Ucrania, ha señalado que no apoyará el paquete de ayuda si no se ajusta a HR2, un proyecto de ley que reestructuraría el sistema de inmigración estadounidense con prioridades conservadoras. “El pueblo estadounidense no merece menos”, dijo Johnson en un comunicado.