Una nueva instalación de Twin Cities está abordando un problema ambiental y creando cientos de empleos verdes. Cosas como el envoltorio para palés, el envoltorio para barcos y los envases de alimentos son muy difíciles de reutilizar y reciclar. Según informa Canal 4 CBS, las montañas de plástico que se encuentran en este nuevo y ruidoso almacén en Rogers, Minnesota, están a punto de embarcarse en un proceso para volver a ser nuevas.
El equipo de Myplas está tomando el tipo de basura más resistente y convirtiéndola en algo utilizable. “Hemos optado por abordar el problema que es realmente grande y probablemente el más difícil de resolver”, afirmó el director general de Myplas, Andrew Pieterse. Utilizamos entre 12 y 15 mil millones de libras de envases flexibles cada año en los EE. UU., es decir, cosas como películas y bolsas de plástico. Pero sólo el 5% se recicla. Myplas está intentando cambiar eso
Pieterse dice que su empresa sudafricana aterrizó en Minnesota en parte gracias a una inversión de 13 millones de dólares por parte de empresas como General Mills, Schwan’s Company, Target y Ecolab. “No se puede reciclar solo. Se necesitan socios en toda la cadena de suministro que puedan colaborar, y lo encontramos en Minnesota”, dijo Pieterse. “Intentamos comprar películas usadas a socios que luego nos las vuelven a comprar”.
“Esta es realmente una oportunidad para mostrar cómo la colaboración puede resolver difíciles desafíos medioambientales”, afirmó Joanne Berkenkamp, directora general de MBOLD. La transformación comienza cuando los fardos de plástico rezuman sobre la cinta transportadora. El crujido de un clasificador separa los grumos fuertemente retorcidos. Luego, la cinta transportadora llega al agitador que elimina lo no deseado.
Las bocanadas de plástico flotan mientras el equipo se pone a trabajar. El ruido de la máquina corta el plástico en tiras. La película se convierte en escamas, que luego se lavan, se secan y se granulan para que pueda volver a convertirse en película. Es un proceso que se puede repetir 12 veces.
Cuando la instalación aumente su producción, empleará hasta 200 personas y reciclará casi 90 millones de libras de desechos plásticos cada año, suficiente para dar la vuelta al mundo envuelto en pellets más de 135 veces. Es una verdadera economía circular en movimiento que resuelve un problema de contaminación y crea grandes negocios.