Moscú.- Una corte de Moscú ordenó el arresto del novelista y disidente Grigory Chkhartishvili, conocido con el nombre de pluma de Boris Akunin, acusado de “justificar el terrorismo” dos meses después de que dos activistas partidarios del Kremlin le tendieron una trampa para que expresara su apoyo a Ucrania en una llamada telefónica.
La corte distrital de Basmanny, en Moscú, ordenó el arresto y detención de Akunin, un autor de novelas policiales de gran venta que vive en el extranjero.
En diciembre, las autoridades incluyeron al escritor ruso-georgiano en su lista de “extremistas y terroristas” debido a la llamada en el que dos bromistas conocidos como Vovan y Lexus se hicieron pasar por funcionarios ucranianos. Se inició una causa penal contra Akunin por “desacreditar al ejército” y específicamente por “justificar el terrorismo” y difundir “noticias falsas” sobre las fuerzas armadas.
Desacreditar a las fuerzas armadas de Rusia es un delito penal bajo una ley aprobada tras el envío de tropas a Ucrania en febrero de 2022. La ley se emplea habitualmente para acallar a la oposición, aunque es improbable que Bakunin, que vive en Londres, sea detenido.
Editoriales rusas suspenden impresión y venta de libros de Boris Akunin
Una de las editoriales principales de Rusia, AST, anunció que suspendía la impresión y venta de sus libros. Akunin dijo en un comunicado online que la decisión de su editora era “un hito importante”, ya que era la primera vez desde las purgas del dictador soviético Josef Stalin que se acusaba a un escritor de terrorismo.
Por otra parte, los aliados del opositor más destacado del Kremlin, Alexei Navalny, informaron que el político y combatiente contra la corrupción estaba encerrado en solitario en la colonia penal del Ártico donde purga una condena de 19 años.
La secretaria de prensa de Navalny, Kira Yarmish, no explicó la razón, pero dijo que él había pasado meses en celdas de castigo desde su encarcelamiento en 2021 por infracciones menores tales como no abotonar debidamente su uniforme carcelario.
Navalny, de 47 años, está preso desde enero de 2021, cuando regresó a Moscú tras recuperarse en Alemania de un ataque con una sustancia neurotóxica del que acusó al Kremlin. Desde entonces ha recibido tres condenas, por extremismo, fraude y desacato a la corte.
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