Por Sebastián García Méndez
Vencer al líder del Clausura 2024 no fue tarea fácil para el América, pero si lo hizo, fue porque Cruz Azul colaboró. La racha de La Máquina ha quedado en siete duelos sin derrota.
Las Águilas le pegaron (1-0) al mejor equipo de la competencia con un solitario gol en el primer tiempo. Más mística e ímpetu que buen futbol.
Bastaron cuatro minutos para romper el cero en el Estadio Azteca. Julián Quiñones en un mano a mano, venció a Kevin Mier para hacer estallar el Coloso de Santa Úrsula. La Máquina parecía atemorizada con el escenario.
Cuatro goles invalidados por fuera de juego y una polémica entrada de Carlos Rodríguez sobre Salvador Reyes que quedó en tarjeta amarilla reflejaban que los de Martin Anselmi habían sido superados.
Los de La Noria supieron venir de atrás, se adueñaron del escenario y se sintieron por un momento como en casa, pero la zaga azulcrema y Luis Ángel Malagón detuvieron todo. Cruz Azul llegó incontables veces, pero con pocas ideas.
América protegió lo que tanto le costó con una línea de cinco. Las ideas se acabaron y había que apaciguar el ímpetu celeste. Al final resultó.
Las Águilas hilaron su quinta victoria sobre Cruz Azul, su eterno rival a modo. No importa cómo lleguen, el resultado es el mismo siempre y se volvió a confirmar.
Cuando el silbatazo final sonó en Santa Úrsula, todos los del América, en lugar de festejar, se rindieron en el terreno de juego. El triunfo costó más de lo pensado. Calambres, cansancio y tres puntos que los meten a la pelea. Cruz Azul sigue siendo el líder.
