Por Ana Karen Velazquez

Después de que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) informó que el obispo emérito de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, estaba desaparecido desde el sábado 27 de abril y fuera localizado en un hospital de Morelos el pasado 29 de abril, se dio a conocer los primeros resultados de los exámenes toxicológicos practicados al obispo emérito en el hospital general “José G. Parres” de Cuernavaca, para evaluar su estado de salud.

Estos exámenes revelaron la presencia de cocaína y benzodiacepinas en el cuerpo de monseñor, según el informe médico de egreso voluntario.

Según la bitácora oficial, ingresó al nosocomio a las 10:00 horas del domingo 28 de abril después de ser encontrado “en un establecimiento público, con deterioro neurológico a expensas de estupor, sin pertenencias y con un blister de 2 pastillas de sildenafil”. De acuerdo con un informe policial, solicitaron ayuda al personal “prehospitalario” para su traslado al hospital, donde se desconoce más información ya que llegó sin familiares.

El abogado del obispo, Pedro Martínez Bello, afirmó que los médicos le recomendaron tres días de reposo para desintoxicar su cuerpo de las sustancias que presuntamente le administraron sus captores. Sin embargo, el martes, el secretario de gobierno en funciones de gobernador, Samuel Sotelo Salgado, cuestionó el secuestro exprés del obispo y reveló que fue visto por última vez en una pizzería del municipio de Emiliano Zapata, donde se reunió con un trabajador de ese establecimiento.

¿Qué son las benzodiacepinas, encontradas en el examen toxicológico del Obispo?

Según el Instituto Nacional del Cáncer, las benzodiacepinas son fármacos utilizados para mitigar la ansiedad, el insomnio, relajar los músculos y prevenir convulsiones.

Estos fármacos potencian la acción del neurotransmisor GABA en el cerebro, según la guía para profesionales de la salud del Ministerio de Sanidad.

En muchas ocasiones, se emplean para contrarrestar los efectos de otras sustancias como la cocaína o las anfetaminas, lo que puede generar adicciones a largo plazo, según la misma fuente.


Efectos secundarios de las benzodiacepinas

Este medicamento como cualquier otro puede tener efectos secundarios, entre ellos:

Somnolencia
Debilidad
Aturdimiento
Pérdida de orientación
Lentitud del habla
Náuseas
Dolores de cabeza 

Por lo tanto, los médicos sugieren informar cualquier efecto negativo y permanecer atento ante un posible abuso de estos medicamentos, ya que está registrado que una sobredosis puede resultar en una respiración poco profunda e incluso en coma.

  • Con información de Justino Miranda

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