El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a la comunidad internacional que no olvide la situación de Sudán, que tras 14 meses de guerra civil se ha convertido en “la mayor crisis humanitaria” de la actualidad, con 10 millones de desplazados internos y otros dos en países vecinos.
“El mundo ha olvidado o ha decidido ignorar a Sudán”, lamentó en su rueda de prensa semanal el director general, quien recordó que el 70% de los hospitales en los estados del país afectados por las hostilidades no puede funcionar, y los que siguen haciéndolo “están abrumados por toda la gente que llega a ellos en busca de ayuda”.
“La población muere por falta de acceso a servicios de salud esenciales y medicinas, y hay un riesgo muy real de hambruna masiva en algunas regiones”, agregó Tedros.
Servicios críticos como la pediatría o las maternidades funcionan de forma intermitente en muchas zonas, y los problemas de telecomunicaciones afectan tanto al seguimiento de epidemias como a la verificación de ataques a infraestructuras sanitarias, añadió el máximo responsable de la OMS.
Pese a todo, afirmó, la agencia sanitaria sigue operando en el país, distribuyendo medicinas y equipamientos médicos en zonas a las que aún tiene acceso, e incluso llevando a cabo misiones puntuales de envío de ayuda a regiones en conflicto como Darfur o Kordofán.
Las hostilidades comenzaron a mediados de abril de 2023 y enfrentan al ejército sudanés con los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
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