El huracán Beryl azotó ayer con sus vientos de categoría 4 a Jamaica, que impuso el estado de emergencia ante el temor de que el ciclón cause daños catastróficos como los registrados en varias islas del Caribe Oriental.
Según el último boletín de la agencia meteorológica de Jamaica, se preveían precipitaciones totales de 100 a 200 milímetros y peligrosas marejadas ciclónicas que elevarán los niveles del agua hasta dos o tres metros.
El fenómeno meteorológico, aún de categoría 4, seguía su paso a las Islas Caimán, donde los efectos ya se dejaban sentir y se preveía que impactara en el lado sur, indicó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de Estados Unidos.
El gobierno de Jamaica declaró la isla zona de desastre durante los próximos siete días e impuso el toque de queda para esta jornada.
El primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, había advertio que el país “no ha visto lo peor” del huracán Beryl. Holness señaló que hay casi 500 personas en refugios y pidió a la población mantenerse alerta de la información que surja. Hay orden de evacuación vigente para áreas propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra, tanto aquellas situadas al nivel del mar como las cercanas a barrancos o vías fluviales.
Holness también indicó que las autoridades establecieron un operativo especial “para mantener el orden público” durante el paso de Beryl por el país caribeño, que tiene unos altos índices de delincuencia y homicidios.
“La Fuerza de Policía y la Fuerza de Defensa de Jamaica se movilizarán plenamente para mantener el orden público y ayudar en las tareas de socorro tras el huracán. Disponen de planes estratégicos para prevenir los saqueos y otros delitos durante este periodo”, aseveró Holness en su cuenta de X.
La Oficina de Preparación para Desastres y Gestión de Emergencias (Odpem, en inglés) de Jamaica instó a la población que vive en zonas bajas y propensas a inundaciones a trasladarse a los refugios.
Completa destrucción
Beryl impactó a principios de esta semana en Granada, en cuyas islas de Carriacou y Pequeña Martinica “aproximadamente 98% de las estructuras están dañadas o destruidas”, según el coordinador de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (Nadma, en inglés), Terence Walters.
Edificios públicos, casas y negocios privados se han visto seriamente afectados en estas islas.
El primer ministro de Granada, Dickon Mitchell, informó que el primer huracán de la temporada atlántica causó también “la total destrucción” de la red eléctrica y de la red de comunicaciones en Carriacou y Pequeña Martinica. Tres personas perdieron la vida en las distintas islas de Granada debido al huracán, que también causó la muerte de una persona en San Vicente y las Granadinas.
En el noreste de Venezuela, al menos mil 440 personas en la localidad de Cumanacoa, en el estado Sucre, se encuentran en “refugios solidarios” luego de que perdieran sus viviendas como consecuencia del desbordamiento de un río durante el paso de Beryl. Tres personas fallecieron en esta zona y cinco continúan desaparecidas, de acuerdo con las autoridades venezolanas.
República Dominicana y Haití salieron casi indemnes del paso del huracán, cuyo principal efecto sobre la isla Española, que comparten ambos países, fue el fuerte oleaje. Casi medio millón de personas se quedaron sin suministro de agua por los efectos del ciclón y miles sin servicio eléctrico, de acuerdo con el informe preliminar de los daños.
Honduras declaró alerta verde de prevención en todo el país debido al huracán Beryl. Según las predicciones, Beryl tocará la península de Yucatán la noche del jueves o la madrugada del viernes. También hay alertas de tormenta tropical para la costa de Belice, en Centroamérica.