Jerusalén.- Israel liberó a 14 presos gazatíes, entre ellos una anciana, tras meses en las cárceles hebreas, informó el servicio de Defensa Civil de la Franja, según el cual han sido trasladados al Hospital de los Mártires de Al Aqsa, en Deir al Balah (centro de Gaza).
Uno de los liberados, Nader Asaliya, dijo a la cadena catarí Al Jazira a su llegada al enclave: “Nos han tratado de forma inhumana en las prisiones y nos han llamado perros. Nos han sometido a todo tipo de torturas, hambre y humillación”.
En los vídeos que muestran su llegada a Gaza se observa a la única mujer del grupo, Najah Safi, descender del vehículo llorando mientras otros liberados, visiblemente desmejorados, la siguen escoltados por los médicos de la Media Luna Roja Palestina.
Aún no ha trascendido si los encarcelados provenían de la cárcel de Sde Teiman, en el sureño desierto del Néguev, la cual ha sido objeto de críticas por parte de organizaciones humanitarias al ser conocida como el núcleo de las torturas hacia palestinos.
A lo largo de este mes, Israel ha liberado en varias ocasiones a presos palestinos que se encontraban en sus cárceles dado que estas están llenas, obligando al Estado a devolver a Gaza a algunos de los numerosos -hasta el momento no se conoce la cifra de detenidos gazatíes total tras el 7 de octubre- detenidos.
El pasado 1 de julio se produjo uno de los retornos a Gaza más polémicos: el del que fuera director del Hospital Al Shifa (el más importante del enclave), Mohamed Abu Salmeya, quien fue detenido para ser interrogado por las “actividades terroristas” de Hamas en la clínica tras el hallazgo de túneles de la organización bajo el centro.
Su liberación, tras siete meses en prisión, desencadenó un cruce de acusaciones tanto dentro del Gobierno como hacia el Shin Bet -el servicio interior de inteligencia israelí-, en el que este último organismo reprochaba la falta de plazas en las cárceles para asumir el número de detenidos.
Entonces, el Shin Bet llegó a asegurar en un comunicado que la sobrepoblación de las cárceles le obligaba a liberar a presos sospechosos de estar vinculados con Hamás y el 7 de octubre que en condiciones normales deberían continuar detenidos.
El Ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista y antiárabe Itamar Ben Gvir, encargado desde su cartera de la gestión de las prisiones, llegó a asegurar que uno de sus principales objetivos es “empeorar las condiciones de los terroristas en las cárceles”, y que “todo lo publicado sobre las abominables condiciones” de los cautivos -especialmente en referencia a la falta de alimentación- es cierto.
En enero de 2023, Ben Gvir propuso una ley de pena de muerte sólo para palestinos que llegó a aprobarse en primera lectura (la leyes israelíes necesitan tres lecturas para entrar en vigor) dos meses después. Desde entonces, no ha habido más avances en la tramitación de esta norma.
La ley, que defiende a día de hoy -hace semanas pidió ejecutar a los presos “con disparos en la cabeza”- imponía la pena de muerte a los detenidos palestinos que “hayan cometido un asesinato por motivos raciales con el objetivo de dañar al Estado de Israel”.
mcc