Por Nelson Vargas

Antes de que iniciaran los Juegos Olímpicos, se pronosticaba que Australia fuera líder en medallas dentro de la natación, pero Estados Unidos volvió a levantarse con el primer lugar de esta disciplina, aunque sufrió bastante, ya que otros nadadores se presentaron de forma impresionante, como canadienses y chinos, además del tritón francés, Léon Marchand.

Mucha gente no se explica por qué estilos tan controvertidos como pecho y mariposa fueron dominados por Marchand. Pero no solamente los ha dominado, sino que ha roto marcas y se ha colocado a la altura de leyendas como Michael Phelps.

Marchand fue la figura, en la rama varonil, tras ganar cuatro oros: en los 200 metros mariposa, 200 y 400 combinado, así como en los 200 pecho. En todas sus victorias, impuso récord olímpico.

En la femenil, la canadiense Summer McIntosh fue la mejor, al ganar por muy poco a otras grandes nadadoras, como la australiana Mollie O’Callaghan, y la leyenda estadounidense Katie Ledecky, quien además se convirtió en la mujer con más oros olímpicos en la historia.

McIntosh ganó en los 200 metros mariposa, así como 200 y 400 combinado; en las dos primeras, impuso récord olímpico. También obtuvo la plata en los 400 libre.

Para llamar la atención el que Estados Unidos haya perdido la prueba de relevos 4×100 combinado, a manos de China, la cual había ganado de manera consecutiva desde Los Ángeles 1984.

Muchos decían que no habría tantos récords del mundo, pero se dieron un buen número.

En total, se impusieron 13 olímpicos y cuatro mundiales, de los cuales destacan el del chino Pan Zhale en los 100 metros libre y el del estadounidense Robert Finke en los mil 500 metros.

Antes de los Juegos, se habló mucho de que las condiciones de la alberca no eran apropiadas por la profundidad. Una piscina con mayor profundidad ayuda a que sea más rápida y eso mejora las marcas de muchos.

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