Ataques atribuidos a Israel el sábado mataron a unas 25 personas en la Franja de Gaza y en Líbano, cuando Estados Unidos, decidido a evitar una escalada, prosigue sus esfuerzos para lograr un alto el fuego entre Israel y Hamas.
El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, tiene previsto volar a Israel el sábado para intentar “concluir un acuerdo” sobre la base de una nueva propuesta de alto el fuego, según el Departamento de Estado.
Sin embargo, horas antes de su llegada un alto cargo de Hamas tildó de “ilusión” la afirmación del presidente Joe Biden según la cual dicho acuerdo está “cerca”.
En el terreno, el ejército israelí continúa su ofensiva en la Franja de Gaza, desencadenada tras un letal ataque de Hamas en el sur de Israel el 7 de octubre.
La Defensa Civil del territorio palestino, asediado y devastado por más de diez meses de guerra, anunció que 15 miembros de la familia Ajlah, entre ellos nueve menores y tres mujeres, murieron en un bombardeo israelí durante la madrugada en Al Zawaida, en el centro de la Franja.
Los menores fallecidos tenían entre dos y 17 años, según el portavoz de la Defensa Civil, Mahmud Bassal.
“Hacia la 01H00 de la mañana, tres misiles alcanzaron directamente la casa”, contó a AFP Ahmed Abu Al Ghoul, un testigo, mientras los rescatistas sacaban cuerpos de entre los escombros de la vivienda.
“Había principalmente niños y mujeres en el interior”, agregó.
El ejército israelí no comentó estas informaciones por el momento.
El ejército anunció el sábado que había eliminado a varios “terroristas” en Rafah y en Khan Yunis, en el sur, y en el centro del enclave.
“Nuevas condiciones” israelíes
En Líbano, un bombardeo israelí mató a 10 ciudadanos sirios, entre ellos una mujer y sus dos hijos, en la región de Nabatieh, en el sur del país, anunció el Ministerio de Salud.
El ejército israelí indicó que había golpeado por la noche “un depósito de armas de Hezbolá”, que abrió un frente contra Israel en apoyo a su aliado Hamás desde el 8 de octubre.
Este bombardeo se produce al día siguiente del fin en Catar de negociaciones “constructivas” para un alto el fuego en la Franja de Gaza.
Las conversaciones continuarán la próxima semana en El Cairo, según los países mediadores (Estados Unidos, Qatar y Egipto).
El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró el viernes que un acuerdo “nunca estuvo tan cerca” de alcanzarse, después de presentar una nueva propuesta con vistas a su “implementación”.
Sin embargo, un alto cargo de Hamas tildó el sábado de “ilusión” el optimismo de Biden.
Sami Abu Zohri, miembro de la oficina política del movimiento, afirmó que las negociaciones eran “la imposición de los dictados estadounidenses” y criticó un “enorme paso atrás”.
La versión revisada se apoya en un primer plan anunciado por Biden a finales de mayo, que prevé una primera fase de seis semanas de tregua, una retirada israelí de las zonas densamente pobladas de Gaza y un canje de los rehenes retenidos por Hamás desde el 7 de octubre por presos palestinos detenidos en Israel.
Pero Hamas, que gobierna Gaza desde 2007 y no participó en las conversaciones en Doha, rechazó lo que consideró como “nuevas condiciones” de Israel.
La nueva versión integra las “condiciones del ocupante [israelí] y no se acerca a un acuerdo”, afirmó a AFP un dirigente del movimiento que pidió el anonimato.
Consecuencias “catastróficas”
Entre las condiciones de Israel figuran “el mantenimiento de las tropas” israelíes a lo largo de la frontera de Gaza con Egipto y “un derecho de veto” sobre los presos palestinos susceptibles de ser canjeado por rehenes de Hamás, según otro responsable del movimiento.
Los esfuerzos diplomáticos buscan también rebajar la tensión en el resto de Medio Oriente.
Irán y sus aliados, entre ellos Hezbolá, juraron vengar la muerte del líder de Hamas, Ismail Haniyeh, en un ataque imputado a Israel el 31 de julio en Teherán, un día después de la muerte del jefe militar del movimiento islamista libanés en un bombardeo israelí cerca de Beirut.
Irán sufrirá consecuencias “catastróficas” en caso de lanzar un ataque contra Israel, afirmó el viernes un alto funcionario estadounidense que pidió el anonimato.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insiste en que continuará la guerra hasta destruir a Hamás, considerada por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea como una organización terrorista.
El conflicto estalló el 7 de octubre, cuando milicianos islamistas mataron a 1.198 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales.
De las 251 personas secuestradas, 111 siguen en Gaza, aunque 39 han sido declaradas muertas por el ejército israelí.
La ofensiva de represalia lanzada por Israel en Gaza ha dejado al menos 40.074 muertos, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, que no detalla cuántos son civiles y combatientes.
La guerra provocó una situación humanitaria desastrosa en el territorio, donde la mayoría de sus 2,4 millones de habitantes fueron desplazados.
El Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina dio cuenta el viernes del primer caso confirmado de polio en Gaza en 25 años, poco después de que la ONU pidiera “pausas humanitarias” para vacunar a más de 640.000 niños.