Glendale, Arizona.- Una agencia federal de Estados Unidos confirmó que abrió una investigación sobre Robert F. Kennedy Jr. después de que supuestamente cortara la cabeza de una ballena muerta y se la llevara a casa hace dos décadas.
El excandidato presidencial independiente dio a conocer la investigación el sábado mientras hacía campaña a las afueras de Phoenix en favor de Donald Trump.
La hija de Kennedy recordó el incidente de la ballena en una entrevista de 2012 con la revista Town and Country, la cual resurgió hace poco y fue compartida ampliamente en redes sociales.
Kathleen Kennedy dijo que, cuando tenía 6 años, su padre se enteró de que una ballena muerta había aparecido en la costa. Agarró una motosierra, cortó la cabeza de la ballena y la ató al techo de su furgoneta para luego conducir durante cinco horas hasta su casa.
“Cada vez que acelerábamos en la carretera, los líquidos de la ballena se derramaban por las ventanillas del coche, y era lo más desagradable del planeta”, recuerda Kathleen. “Todos llevábamos bolsas de plástico sobre la cabeza con agujeros en la boca, y la gente en la carretera nos hacía señas obscenas, pero para nosotros eso era simplemente algo normal del día a día”.
Un portavoz del Servicio Nacional de Pesca Marítima confirmó el lunes que las autoridades estaban investigando, pero declinó dar más detalles, citando una política que prohíbe hacer comentarios sobre investigaciones abiertas. La agencia, parte de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, hace respetar las leyes federales, incluida la Ley de Protección de Mamíferos Marinos y la Ley de Especies en Peligro.
Kennedy le dijo a una multitud de simpatizantes de Trump en Glendale, Arizona, que recibió una carta “que decía que me estaban investigando por recoger un espécimen de ballena hace 20 años”.
Kennedy, que no confirmó ni negó haberse llevado la cabeza cercenada de la ballena, dijo que el plazo para presentar cargos venció hace mucho tiempo. Insinuó, sin presentar evidencia, que la investigación estaba vinculada a su apoyo a Trump.
Kennedy se negó repetidamente a dar más detalles sobre la investigación cuando los periodistas le preguntaron tras su comparecencia, diciendo que los medios de comunicación sólo quieren hablar con él de “tonterías chismosas”.
“No me interesa alimentar esa característica de los medios de comunicación convencionales”, afirmó Kennedy.
El cadáver de ballena es el episodio extraño más reciente relacionado con Kennedy y un animal muerto.
El mes pasado relató que en una ocasión recuperó un oso que murió atropellado por un automovilista y lo dejó en el Central Park de Nueva York con una bicicleta encima, lo que desató un misterio que generó gran atención en la ciudad hace una década.
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