Douglas, Arizona.- La candidata demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, prometió este viernes que si es elegida en noviembre próximo sus prioridades serán detener a los cárteles, reforzar la frontera y mantener las restricciones al asilo.
Harris recordó que como fiscal general de California ya se enfrentó con estos temas. “El tema de la seguridad fronteriza no es nuevo para mí”, dijo Harris en Douglas, Arizona. “Fui fiscal general de un estado fronterizo durante dos legislaturas. Vi la violencia y el caos que causan las organizaciones criminales transnacionales, y la angustia y las pérdidas por la propagación de sus drogas ilícitas”
Aseguró que como fiscal ya desarticuló una red de tráfico de heroína relacionada con cárteles mexicanos y emitió un análisis sobre las amenazas que las organizaciones criminales transnacionales suponen “para la seguridad pública y la economía”.
En la que representa su primera visita a la frontera como candidata presidencial, Harris dijo que “detener a las organizaciones transnacionales y reforzar nuestra frontera no es algo nuevo para mí y es una de mis prioridades desde hace mucho tiempo. He hecho ese trabajo y seguiré tratándolo como una prioridad cuando sea elegido presidente de Estados Unidos”.
Consciente de que el tema migratorio también es una preocupación importante en Estados Unidos, Harris afirmó a una concurrida audiencia que “como presidente… haré más para proteger nuestra frontera, para reducir los cruces ilegales. Tomaré más medidas para mantener la frontera cerrada entre los puertos de entrada”-
La vicepresidenta hizo el anuncio desde un bastión republicano donde la demócrata busca arrebatar votos al expresidente Donald Trump (2017-2021) mostrando propuestas que ya funcionan y son de “sentido común”.
En concreto, Harris indicó que dificultará el fin de la orden ejecutiva establecida por el Gobierno de Joe Biden en junio pasado, que ha logrado reducir el número de detenciones en la frontera suroeste a cifras promedio de 2019, cuando su oponente estaba en el poder.
Harris apuntó el dedo hacia Trump y los republicanos como los responsables de hundir un proyecto de ley del Senado negociado por meses por un grupo bipartidista y promovido por el presidente Biden y que, entre otras medidas, inscribía de manera permanente en la ley las mayores restricciones al sistema de asilo en años, impuestas por el Ejecutivo.
La vicepresidenta acusó a Trump de descarrilar el proyecto por jugar con la política, y aseguró que si es elegida enfocará sus esfuerzos para que se apruebe el proyecto, que incluye más contratación de agentes de la frontera, jueces de inmigración, y tecnología para luchar contra el tráfico de drogas, en especial el fentanilo.
La demócrata se despachó contra Trump asegurando que el neoyorquino “fracasó” en su liderazgo, con lo que devolvió a los republicanos la acusación de que el gobierno Biden había fracasado en la frontera, según dijo el senador por Ohio y compañero de fórmula de Trump, JD Vance, en agosto pasado durante su visita a la frontera.
“Como su presidenta, protegeré la soberanía de nuestra nación, aseguraré nuestra frontera y trabajaré para arreglar nuestro sistema de inmigración que está roto”, espetó la candidata y reiteró que se asociará con los republicanos e independientes para lograrlo.
El mensaje de la demócrata fue claro: quiere fortalecer la frontera pero de “una manera humana”, según dijo. No obstante, advirtió que aquellos que crucen los límites del país de forma irregular “serán detenidos y expulsados y se les prohibirá volver a entrar durante cinco años”, además de que se presentarán “cargos penales más severos contra los reincidentes”.
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