A principios de este mes, Matilda Campbell, estaba de paseo con sus amigos por la región Hunter Valley, al norte de Sidney, cuando su celular cayó entre dos bloques de piedra mientras tomaba fotos.
Al intentar recuperarlo, la joven de 23 años resbaló, se precipitó por una grieta de unos 3 metros de profundidad y quedó atrapada con la cabeza hacia abajo entre dos grandes rocas, según las fotografías publicadas esta semana por el servicio de Ambulancias de Nueva Gales del Sur.
Sus amigos intentaron ayudarla, pero tras varios intentos infructuosos, finalmente llamaron a los servicios de emergencia, que se trasladaron al lugar, llegando más de una hora después de que se había producido el insólito accidente.
Según consignó ABC News Australia, los equipos tuvieron que retirar siete rocas que pesaban entre 80 y 500 kilogramos, ayudados de cuerdas y un cabestrante y así llegar a la mujer.
Tras el incidente, Campbell compartió un mensaje en su cuenta de Facebook en el que señaló que se estaba recuperando y se calificó a sí misma como propensa a los accidentes.
“Es seguro decir que soy la persona más propensa a los accidentes de la historia. Estoy bien, solo tengo algunas heridas de las que me estoy recuperando, ¡no más exploración de rocas para mí por un tiempo!”, escribió.
Posteriormente, compartió un texto en la misma red social, donde dio las gracias a sus amigos y a los rescatistas que la salvaron.
“Quiero dar un enorme agradecimiento a mis amigos, el equipo que trabajó tan duro para sacarme. Estoy eternamente agradecida, ya que muy probablemente no estaría aquí hoy sin ustedes.”
“Los quiero, significan el mundo para mí”, indicó. En las fotografías que compartió el servicio de Ambulancias de Nueva Gales del Sur reiteró su agradecimiento al equipo que la liberó y bromeó con la pérdida de su celular.
“Gracias al equipo que me salvó, ustedes son literalmente salvavidas… Lástima lo del teléfono”, comentó en la publicación de la cuenta de Instagram de la institución acompañado de un emoji de risa.
ss
