Washington, DC.— La demócrata Kamala Harris marcó ayer un contraste con el republicano Donald Trump en el tema migratorio. Mientras la vicepresidenta dijo que “los políticos tienen que dejar de tratar la inmigración como un problema para asustar a los votantes en una elección”, el exmandatario anunció que creará un fondo de compensación para las víctimas del “crimen migrante”.
Al pronunciar el “argumento final” de su campaña, Harris dijo que si bien se centrará en “perseguir a los cárteles y las bandas transnacionales y remover a quienes entren ilegalmente, debemos reconocer que somos una nación de inmigrantes (…) Y trabajaré con el Congreso para aprobar una reforma migratoria, incluyendo un camino ganado hacia la ciudadanía para los inmigrantes trabajadores”.
Trump mencionó, antes en Mar-a-Lago, Florida, que “ confiscaremos los activos de las bandas criminales y los cárteles de la droga. Y usaremos esos activos para crear un fondo de compensación para restituir a las víctimas del crimen migrante”, dijo. “El gobierno ayudará con la restitución. Algo tiene que hacerse y veremos que se haga”, añadió el republicano.
Harris pronunció su discurso desde el mismo lugar en Washington donde el republicano ayudó a incitar a una turba que atacó el Capitolio de EEUU el 6 de enero de 2021, y llamó a pasar página a la división y al exmandatario republicano.
“Miren, sabemos quién es Donald Trump. Es la persona que estuvo en este mismo lugar hace casi cuatro años y envió una turba armada al Capitolio de Estados Unidos para anular la voluntad del pueblo en una elección libre y justa”, dijo la candidata demócrata.
Acusó que Trump es “inestable”, está “obsesionado con la venganza, consumido por el resentimiento y en busca de un poder sin control. Es hora de dejar de señalar con el dedo. Tenemos que dejar de señalar con el dedo y comenzar a unir fuerzas. Es hora de pasar la página del drama y el conflicto, el miedo y la división”, dijo Harris.
“Es hora de una nueva generación de liderazgo en Estados Unidos, y estoy lista para ofrecer ese liderazgo como la próxima presidenta de Estados Unidos”, añadió. “Siempre los escucharé, incluso si no votan por mí. Siempre les diré la verdad, incluso si es difícil de escuchar. Trabajaré todos los días para generar consenso y llegar a acuerdos para lograr que las cosas se hagan”, dijo Harris, a una semana del día de las elecciones.
Remarcó que “ha sido un honor para mí servir como vicepresidenta de Joe Biden (…) Pero traeré mis propias experiencias e ideas a la Oficina Oval”, añadió. También se comprometió a restaurar el derecho al aborto. “Lucharé para restaurar lo que Donald Trump y los jueces de la Corte Suprema que él mismo eligió les quitaron a las mujeres de Estados Unidos”, afirmó.
Harris también declaró que “los líderes mundiales piensan que Trump es un blanco fácil”, al argumentar que dirigentes como el presidente ruso Vladimir Putin y el norcoreano Kim Jong-Un están “apoyando” a Trump en estas elecciones.
Harris aprovechó el final de su discurso de clausura en Washington, para decir que los votantes “no son un vehículo para los planes de los dictadores en potencia”.
“Un festival de amor”
Antes, Trump declaró que el mitin celebrado el fin de semana en el Madison Square Garden de Nueva York, que ha estado marcado por la polémica a raíz de los comentarios racistas de uno de los invitados contra los puertorriqueños, fue un “festival del amor”.
“Nunca ha habido un evento tan hermoso. Fue como un festival de amor, un festival de amor absoluto”, defendió el exmandatario durante un acto celebrado en Mar-a-Lago, y en el que no aludió a los comentarios hechos por el comediante Tony Hinchcliffe.
El domingo, sobre el escenario montado en el recinto neoyorquino Hinchcliffe llamó a Puerto Rico una “isla flotante de basura en el océano” y bromeó diciendo que a los latinos “les encanta tener bebés”, comentarios que han desatado la indignación de la comunidad boricua. En Mar-a-Lago, Trump criticó que su rival demócrata está más enfocada en el odio y que alude constantemente “a Hitler y los nazis porque su historial es horrible”. La exprimera dama Melania Trump defendió a su marido, afirmando que “no es Hitler”.