Washington, DC.- La vicepresidenta estadounidense y candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, y el exmandatario republicano Donald Trump llegan este martes a las urnas no solo con dos visiones opuestas para el país, sino con dos personalidades antagónicas que polarizan Estados Unidos.
Este 5 de noviembre, los votantes demócratas y republicanos vuelven a enfrentarse en las urnas para conocer al próximo o próxima gobernante de Estados Unidos.
Con cierta tranquilidad se desarrollan las Elecciones de Estados Unidos y los millones de simpatizantes y detractores de Harris y Trump acuden a las urnas electorales.
Por el momento, casi 60 millones de personas emitieron sus votos de manera anticipada, tanto por correo como en persona, como parte de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
El candidato repúblicano
El expresidente y candidato presidencial republicano, Donald Trump, posteó en X: “Ya es oficialmente el DÍA DE LAS ELECCIONES. Será el día más importante de la historia de Estados Unidos. El entusiasmo de los votantes está POR LAS NUBES porque la gente quiere que América vuelva a ser grande. Eso significa que las colas van a ser largas”. ¡Trump pidió a la gente tener paciencia y votar “sin importar el tiempo que tome EN LA FILA! Los demócratas comunistas radicales quieren que empaques y te vayas a casa”.
El republicano ama las redes sociales. Trump gobernó a golpe de Twitter. Las redes sociales sirvieron de altavoz de sus políticas y ocurrencias, que llegaban a la población, muchas veces a horas intempestivas, sin el filtro de los medios tradicionales.
Trump intenta recuperar el poder con la intención de “arreglar” la situación del país tras estos cuatro años de gobierno demócrata. Tiene a su favor el aparente olvido de algunas de sus ideas más disparatadas, como la de tratar el coronavirus con una inyección de lejía, y el magnetismo superlativo de sus propuestas, resumidas en su lema “Hacer Estados Unidos grande de nuevo”.
El magnate neoyorquino goza de una base leal que no le penaliza ni sus errores ni sus causas pendientes con la justicia. “Ha establecido una relación con sus seguidores que le permite decir y hacer casi cualquier cosa sin alienarlos”, explica Tammy Vigil, profesora de Comunicación en la Universidad de Boston, para quien “sus mensajes permiten a la gente dar rienda suelta a sus peores impulsos y muchos lo agradecen”.
El exmandatario protagoniza, según Tom Hollihan, profesor de Comunicación en la Escuela de Comunicación y Periodismo USC Annenberg, “discursos divagantes e indisciplinados y comentarios a menudo disparatados”, pero la cobertura mediática no ha enmarcado estas fallas como debidas a la edad o un deterioro cognitivo, por lo que no le han perjudicado mucho.
Trump, añade Vigil, “atrae a votantes que se divierten con sus payasadas. Da voz a las quejas que sienten sus seguidores, pero que tal vez creen que necesitan reprimir”.
La retórica divisiva de Donald Trum parece reafirmar el viejo dicho, “divide, y vencerás…”.
La candidata demócrata
La Vicepresidencia, más que una ventaja, juega en parte en contra de Harris. Se la “culpa” simultáneamente por las decisiones de Biden y por no hacer durante su Administración lo que ahora promete, explica la profesora Tammy Vigil.
Harris tiene ante sí el reto de demostrar que puede asumir el mando. Según Tom Hollihan, profesor de Comunicación en la Escuela de Comunicación y Periodismo USC Annenberg, tiene de su lado su experiencia como abogada, fiscal general de California, senadora y después vicepresidenta, además de mostrar empatía hacia gente diferente a ella.
Kamala podría ser la primera mujer, la primera afroamericana y la primera persona de origen sudasiático en llegar al Despacho Oval. Aunque en cierta manera hace que más gente pueda identificarse con ella, también son factores que constituyen barreras a su candidatura.
“Aunque no lo admita, una gran parte de la población votante de Estados Unidos (tanto hombres como mujeres) todavía alberga creencias misóginas y racistas. Esas personas encontrarán excusas para votar por cualquier hombre en lugar de por una mujer, especialmente por una de color”, señala Vigil.
La vicepresidenta tuvo un discreto rol desempeñado hasta que Joe Biden renunció en julio a la carrera a la reelección y ella le tomó el relevo. Ha estado tan a la sombra del mandatario que muchos ciudadanos la han empezado a descubrir en esta breve y acelerada campaña.
Polos de electores opuestos
Trump cumplió en junio 78 años de edad. Harris cumplió en octubre 60 años. La diferencia de edad que el republicano usó como arma contra Biden ahora se voltea en su contra.
Trump aventaja a Harris por 5 puntos porcentuales entre los hombres y Harris le saca 11 puntos entre las mujeres. Esa última diferencia se eleva a 40 puntos entre las votantes de entre 18 y 29 años, anticipa un sondeo reciente de la cadena ABC News.
Los hombres, según Hollihan, parecen responder a la “tosquedad” de Trump, “su estilo machista y su percibida ‘dureza’“. Estos mismos atributos, más su hostilidad hacia las mujeres y hacia su derecho a controlar sus decisiones en materia de salud reproductiva, parecen desanimar a las electoras, especialmente a las más jóvenes.
En sus discursos finales de campaña, ambos candidatos mostraron la esencia de su mensaje. Mientras Trump atacaba a México y amenazaba a diestra y siniestra, ofendiendo con insultos y apodos a los demócratas, su rival, la demócrata Kamala Harris hacia un llamado a la nación a buscar al unidad para un avance integral y un progreso como país, como nación.
El día aún no acaba y parece ser que aún no hay nada que celebrar, hacia ningún lado. Ni rojo, ni azul.