Seúl, Corea del Sur.- En su primera aparición pública tras la frustrada declaración de la ley marcial, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha pedido disculpas y prometido que no volverá a decretar una medida tan drástica, que ha levantado a la sociedad y al Parlamento contra él.
Poco antes de que se votara la moción de censura presentada por la oposición, Yoon ha dado un discurso de dos minutos en televisión para explicar esta semana plena de tensión que ha vivido el país.
«Lo lamento sinceramente y pido disculpas al pueblo, que debió sorprenderse mucho», aseguró el presidente, quien justificó que había tomado la decisión dejándose llevar por la «desesperación», según recoge la agencia de noticias Yonhap.
El motivo es que la oposición está usando su mayoría en la Asamblea Nacional para poner contra las cuerdas a su Gobierno, y a él mismo por el recorte de fondos reservados y los escándalos de corrupción que salpican a su esposa.
A pesar de estas excusas, reconoció la «preocupación e inconvenientes» al público que había causado intentando suspender las libertades democráticas de las que disfruta Corea del Sur.
Yoon no solo negó los rumores de que volverá a declarar la ley marcial, sino que dejó su cargo a disposición de su partido. «No evitaré las responsabilidades legales y políticas relacionados con esta declaración de la ley marcial», aseguró.
En este sentido, el líder del Partido del Poder Popular (PPP), Han Dong-hoon, ya ha manifestado que «la rápida dimisión (de Yoon) es inevitable», pero su postura oficial es votar en contra de la moción de censura presentada por la oposición.
Yoon Suk-yeol, ha resistido la moción de destitución planteada en su contra en una atropellada sesión celebrada este sábado en la Asamblea Nacional. La votación, que era secreta, ha estado marcada por el abandono del hemiciclo de todos menos tres de los diputados del gobernante Partido del Poder Popular (PPP).
Su boicot ya anunciaba que no saldría adelante. El presidente de la Cámara, sin embargo, decidió mantener las urnas abiertas durante unas tres horas.