Por José Arrieta

De tanto que se repiten, algunas ideas parecen tener más tiempo vigentes que el que en realidad tienen. Para muestra una de las supersticiones más comunes en el mundo de la farándula: los artistas mueren de tres en tres.

Los datos, además, parecen darle la razón: recientemente, el fallecimiento de la cantante cubana Ángela Álvarez y de los actores Sandra Reyes y José de la Torre, confirmaron una vez más el cumplimiento de dicha norma.

En el pasado también han ocurrido coincidencias de este tipo, por ejemplo, en 2016, en un tiempo relativamente corto fallecieron Juan Gabriel, Polo Ortín y Evita Muñoz “Chachita”, mientras que en 2021 murieron Octavio Ocaña, Miguel Palmer y Oscar Cadena.

Esta superstición es global, pero su origen fue un terrible accidente que ocurrió en la localidad de Mason City, en Iowa, Estados Unidos y cuya importancia ha sido retratada en películas y libros.

El día que murió la música

Eran los últimos meses de 1958 y Buddy Holly y los Crickets habían decidido separar sus caminos, a pesar del gran éxito que los había posicionado como una de las bandas más famosas del rock and roll.

Sin embargo, la falta de dinero y la llegada de un nuevo hijo, hizo que Buddy Holly regresara con la banda para realizar una última gira, a la que se sumaría Ritchie Valens, famoso por “La Bamba”, J.P. Richardson y el ensamble vocal Dion y los Belmont.

La gira fue todo un éxito que ayudó a Holly y a toda la tropa a amasar una buena cantidad de dinero, aunque la falta de descanso y las continuas presentaciones mermaron la salud de sus integrantes.

Cansado de las travesías, Holly fletó el 3 de febrero de 1959 un avión que llevaría a su banda desde la localidad de Mason City, Iowa, a Fargo, en Minnesota. Los planes cambiaron debido a que J.P. Richardson se enfermó de gripe y Ritchie Valens ganó un volado.

Los tres famosos, además del piloto de la aeronave, murieron instantáneamente debido a fuertes traumatismos craneoencefálicos, de acuerdo con la información presentada por los medios de la época.

Doce años más tarde, en 1971, el cantautor haría referencia al accidente con el apodo con el que pasaría a la historia: el día que murió la música.

Y nacieron las muertes de tres en tres

Desde entonces, los medios especializados en la farándula, primero en Estados Unidos y luego en todo el mundo, señalan que los artistas fallecen en paquetes de tres, siempre dentro de un plazo de máximo una semana.

Sin embargo, esto no siempre es así. Un estudio hecho hace un par de años por el New York Times permitió observar que esa regla casi nunca se cumple: solo lo hizo nueve veces entre 1990 y 2022, mientras que las muertes de dos celebridades coincidieron en 75 ocasiones.

¿Por qué creemos en la regla de tres?

Este fenómeno social es algo que está bien identificado. Se le conoce como apofenia y básicamente se trata de encontrar patrones de cualquier tipo, desde numéricos hasta de formas o figuras, donde rigurosamente no los hay.

El psicólogo Klaus Conrad fue quien descubrió este comportamiento, totalmente natural en la mente humana, mientras observaba a pacientes con esquizofrenia y psicosis. Curiosamente, el término fue acuñado en 1959, el año en que nació la regla de la muerte de tres artistas.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here