Washington, D.C.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó a Harvard y la calificó de “institución antisemita de extrema izquierda”, en momentos en que la prestigiosa universidad estadounidense lucha en los tribunales contra la congelación de fondos impuesta por su gobierno.
“Este lugar es un desastre liberal”, sostuvo Trump en una publicación en su plataforma Truth Social, quejándose también de que fueron admitidos en esa universidad estudiantes “de todo el mundo que quieren destrozar nuestro país”.
Universidades de EEUU contraatacan
Más de 100 universidades y otras instituciones educativas estadounidenses condenaron el martes la “interferencia política” del presidente Donald Trump en el sistema educativo, en una carta conjunta.
El hecho se produce un día después de que la universidad de Harvard demandara a la administración Trump, que ha amenazado a esa institución con recortarle financiación e imponerle una supervisión política externa.
“Hablamos con una sola voz contra la intervención gubernamental sin precedentes y la interferencia política que ponen en peligro la educación superior estadounidense”, señala la carta.
Harvard demanda a Trump
La universidad Harvard se querelló contra el gobierno de Donald Trump por los recortes de financiación “ilegales” anunciados en represalia por no acatar las políticas impuestas desde la administración contra lo que considera antisemitismo en el campus.
“Las acciones de los demandados son ilegales”, señalan desde la universidad en la demanda en la que los abogados del centro recuerdan que el intento del gobierno de “coaccionar y controlar Harvard hace caso omiso” de los principios fundamentales que contempla la Primera Enmienda de la Constitución y que salvaguardan la “libertad académica”.
Según la entidad, “el intento del Gobierno de coaccionar y controlar a Harvard” hace caso omiso de los principios fundamentales de la Primera Enmienda, “que salvaguardan la libertad académica”, y además incumplen las leyes y los reglamentos federales.
El presidente de Harvard, Alan Garber, aseguró en la página web del centro que “las consecuencias de la extralimitación del Gobierno serán graves y duraderas” e impactarán en investigaciones de enfermedades como el cáncer, la esclerosis múltiple, el alzheimer o el parkinson.
“Como judío y estadounidense, sé muy bien que existe una preocupación válida por el aumento del antisemitismo. Para abordarlo eficazmente se requiere comprensión, intención y vigilancia. Harvard se toma ese trabajo en serio”, agregó Garber, que acusó al Gobierno de usar el antisemitismo para justificar “una acción ilegal”.
La demanda supone una escalada de tensión entre el mandatario y la universidad, que rechazó el pasado 14 de abril una serie de requisitos del Gobierno para evitar el recorte de fondos, entre los que se encontraban poner fin a sus programas de diversidad y vigilar la orientación ideológica de sus estudiantes extranjeros.
“Estamos abiertos a reformas constructivas y no nos oponemos a la supervisión legítima del gobierno. Sin embargo, debemos oponernos a la intrusión indebida del gobierno”, indicaron. “Debemos rechazar el uso coercitivo de fondos públicos para la investigación”, denunciaron.
La administración Trump usó el caso de Harvard para hacer una amenaza velada al resto de centros educativos.
“El presidente ha dejado bastante claro que es Harvard quien se ha puesto en una posición de perder su propia financiación por no obedecer la ley federal, y esperamos que todos los colegios y universidades que reciben fondos de los contribuyentes cumplan la ley federal”, dijo a la prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
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