En 2018, Alain Delon lo dijo claro a la revista Paris Match: “¿Cuantos años me quedan de vida?. Puedo llegar a los 90, 92 años. Yo no decido. Lo único que sé es que no dejaré a mi perro solo”.
La declaración no era azarosa ni para colgarse medallas de protector de animales, si es que alguien lo piensa. Desde hace seis décadas, al menos, el histrión galo de “El samurai” y “El gatopardo” ha ido construyendo refugios para mantener canes y gatos, a quienes considera de la familia.
En los albores de los 70’s compró el Chateu de la Brúlerie, una zona de 120 hectáreas, para que sus perros y los que fueran llegando, corrieran y jugaran, siempre cuidados.
En su casa de Suiza existe un panteón donde están enterrados los más de 40 perros que han convivido con él (ahora tiene ocho que le acompañan) y no descarta ser sepultado ahí mismo.
Su amor por los caninos surgió cuando, siendo niño, a una perra llamada Gala le gritó y ésta comenzó a lagrimear. Ahí, ha dicho, entendió lo que ellos sienten y desde entonces busca encontrar risas en los rostros de los animales.
Cuando era joven, Delon casi siempre portaba una chaqueta grande por si se encontraba algún cachorro en la calle y poder darle calor.
“En mi casa siempre hay muchos perros, los perros me recuerdan a los niños, a los cuales le vida les dio un total de tan solo diez a catorce años”, ha dicho.
“¿Usted cree que mis perros saben que soy Alain Delon?. ¡No les importa!. Mis perros me aman sin importarles quién soy. Ellos dan un amor incondicional, sin pensar, completo y verdadero”, comenta.
¿Son como niños?
Hay una leyenda oscura alrededor de Alain en los últimos años, que no coloca al histrión en buenos términos.
Hace tres años su hijo menor Anthony lo acusó de haber encerrado a uno de sus hermanos en una perrera bajo el pretexto de endurecerlo. ¿Qué ha respondido?. Cuando ha sido cuestionado, ni confirma ni desmiente los hechos.
Lo que sí se sabe son sus acciones que para muchos pueden sonar exageradas. En una ocasión envió un helicóptero para trasladar a una gata, a la que un auto había arrancado una pata, para curara y cuidarla o la vez en que, junto con autoridades, halló a un grupo de personas que rociaron gasolina y prendido fuego a un perro, logrando enjuiciarlos.
Actualmente contabiliza cinco refugios para perros y gatos callejeros.
La semana pasada se reveló que Alain, de 86 años, está solicitando la eutansia, muerte asistida, en Suiza, donde es procedimiento legal.
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