El Gobierno alemán planea prohibir a los operadores de telecomunicaciones el uso de determinados componentes de las empresas chinas Huawei y ZTE en sus redes 5G, según publicó el lunes el diario Zeit Online.
La prohibición podría incluir componentes ya incorporados a las redes, obligando a los operadores a retirarlos y sustituirlos, escribió Zeit Online citando fuentes gubernamentales.
El Gobierno, que se encuentra actualmente en medio de una reevaluación más amplia de su relación con su principal socio comercial, China, no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios de la agencia de noticias Reuters.
Los críticos de Huawei y ZTE afirman que sus estrechos vínculos con los servicios de seguridad chinos implican que su incorporación a las omnipresentes redes móviles del futuro podría dar a los espías chinos e incluso a los saboteadores acceso a franjas de infraestructuras esenciales.
Huawei, ZTE y el Gobierno chino rechazan estas afirmaciones, alegando que están motivadas por un deseo proteccionista de apoyar a rivales no chinos. No respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios sobre una posible prohibición.
Alemania aprobó en 2021 una ley de seguridad informática que pone grandes trabas a los fabricantes de equipos de telecomunicaciones para redes de nueva generación, pero no llega a prohibir Huawei y ZTE como han hecho otros países.
Un nuevo informe muestra que Alemania se ha vuelto incluso más dependiente de Huawei para sus equipos de red de acceso de radio (RAN) 5G que en su red 4G, a pesar de que los operadores han evitado utilizar la tecnología de la firma para las redes centrales.
Según Zeit Online, la agencia gubernamental de ciberseguridad y el Ministerio del Interior llevaban meses comprobando si había componentes en las crecientes redes 5G que pudieran poner en peligro la seguridad alemana.
El estudio no había concluido oficialmente, pero el resultado ya estaba claro, según el periódico, que citaba fuentes gubernamentales. El Gobierno prohibiría a los operadores utilizar determinados elementos de control de Huawei y ZTE en las redes 5G.
El episodio se suma a las preocupaciones de seguridad que impulsan una batalla sobre quién construirá las redes 5G, que prometen ofrecer una conectividad a internet más rápida a miles de millones de personas en todo el mundo. Huawei, con sede en Shenzhen, domina el mercado mundial de equipos de telecomunicaciones, de más de US$90.000 millones, donde compite con la sueca Ericsson AB y la finlandesa Nokia Oyj.
Pero EE.UU., Australia, Suecia y el Reino Unido prohibieron a Huawei en sus redes 5G, y unos 60 países se han adherido a un programa del Departamento de Estado de EE.UU. en el que se han comprometido a evitar los equipos chinos para sus sistemas de telecomunicaciones. Estos esfuerzos, que también han incluido sanciones estadounidenses contra la empresa china, han frenado el crecimiento de Huawei y han aumentado las tensiones con China.
En 2018, el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, inició una guerra comercial con China que después se amplió a campos como el tecnológico o el diplomático, con algunas voces en el país norteamericano que piden reducir los lazos comerciales con Pekín.