Hace unas semanas, en un reportaje publicado en The Wall Street Journal, una exempleada de Facebook dio a conocer que los directivos de esta compañía saben que Instagram, que también pertenece a Facebook, tiene efectos negativos en la salud mental de las mujeres adolescentes, especialmente, y no han hecho nada para evitarlos.

En los últimos tres años, Facebook habría llevado a cabo estudios internos sobre el lado oscuro de Instagram, y el responsable de uno de los informes, de marzo de 2020, habría señalado, entre otras cosas, que “32% de las chicas dice que cuando se sienten mal con su cuerpo, Instagram las hace sentir peor”.

Al respecto, Luis Ángel Hurtado Razo, académico e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, y especialista en redes sociales, declara: “Estamos cayendo otra vez en un debate muy antiguo. Cuántas veces, en el pasado, no se acusó a la televisión de crear el estereotipo de una mujer muy delgada, a partir del cual las jovencitas corrían el riesgo de padecer anorexia, bulimia y otros trastornos. Siempre se ha dicho que los medios de comunicación crean estereotipos, pero éstos también son producto de la construcción social, es decir, de la historia, las costumbres, la educación y las políticas públicas puestas en marcha en cada país. En este sentido, los medios de comunicación tradicionales (prensa, radio y televisión) y ahora, además, las redes sociales sólo se encargan de reproducir cada una de las expresiones generadas por la sociedad. En el caso específico de las adolescentes que se sienten mal al ver imágenes de mujeres con un cuerpo casi perfecto, la responsabilidad no recae sólo en las personas que suben dichas imágenes a Instagram, sino también en aquellas que las consumen.”

En el reportaje de The Wall Street Journal también se afirma que el algoritmo de Facebook premia las manifestaciones de odio y agresividad porque son más atractivas y logran más interacciones de los usuarios, por lo que éstos permanecen más tiempo en esa plataforma digital.

“Claro, los discursos de odio son más atractivos que los discursos positivos. Es más probable que la gente voltee a ver a un individuo cuando agrede a otro que cuando lo felicita. Esto no fue descubierto por los dueños de las redes sociales. Desde hace muchos años, las cadenas de televisión lo saben. Por eso, la televisión está plagada de programas en los que se exhiben infidelidades, agresiones y otras conductas negativas. A los humanos nos interesa más lo que tiene que ver con lo negativo, que lo que tiene que ver con lo positivo”, indica el especialista.
Regulación: sí o no

Acerca de una posible regulación de las redes sociales y de Internet. Hurtado Razo piensa que eso sería lo peor que podría pasar. En cambio se pronuncia a favor de que el Estado emprenda cuanto antes la alfabetización mediática de la población, para que ésta sea capaz de discriminar la información que recibe a diario por estos medios, contrastarla, decidir cuál le beneficia y cuál le perjudica, y, sobre todo, saber cuál es falsa.

“Con la educación mediática, los ciudadanos podrían llegar pronto a la conclusión de que lo mejor es tener menos Chumel y más contenidos educativos; menos agresiones y más debates; menos emotividad y más racionalidad. Es la primera vez en la historia de la humanidad que, gracias a las redes sociales e Internet, todos tenemos la posibilidad de expresarnos libre y abiertamente, y hay que defenderla. Si se regularan las redes sociales e Internet, ya no habría marcha atrás y más temprano que tarde perderíamos la posibilidad de expresarnos libre y abiertamente, y de acceder a la información que nos ofrecen. Ahora bien, hay que recordar que todo poder conlleva una gran responsabilidad.”

En opinión de Hurtado Razo, también es necesario que las personas no se enganchen a una sola red social —por ejemplo, Facebook—, sino que consideren otras opciones, como Instagram y Twitter, y aun páginas de Internet.

“Y si el discurso es igualmente negativo y perjudicial en estas opciones, lo más recomendable es salirse de las redes sociales e Internet, y consultar otros medios, como periódicos, revistas, libros, estaciones de radio, canales de televisión… De esta manera se configura lo que se llama criterio informativo; con él, las personas adquieren la facultad de discernir e incluso cuestionar a los mismos medios, lo cual enriquece el debate y hace que el consumo y la propagación de fake news disminuyan”, finaliza.
Las redes sociales en México

De acuerdo con el estudio “Cómo utilizan las redes sociales los mexicanos”, coordinado por Hurtado Razo:

29.5% de los mexicanos pasan dos horas al día utilizando Facebook; 18.3%, tres horas; y 8.8% más de seis horas.

23.7% pasa una hora al día utilizando Instagram; 20%, dos horas; y 4.5%, más de seis horas.

20.9 % pasa dos horas al día utilizando Whatsapp; 19.8%, tres horas; y 17.3%, más de seis horas.

Así, en promedio, los mexicanos utilizan Facebook, Instagram y Whatsapp alrededor de cinco horas al día; y sólo Facebook, de dos a tres horas al día.

También se supo que:

99 de cada 100 mexicanos que tienen redes sociales poseen una cuenta de Facebook, lo que convierte a ésta en la red más utilizada en nuestro país.

96 de cada 100 mexicanos que tienen redes sociales poseen una cuenta de Whatsapp.

83 de cada 100 mexicanos que tienen redes sociales poseen una cuenta de Instagram.
Fake news

Según datos obtenidos por el especialista universitario, en 2020, México ocupó el segundo lugar en una lista de 37 países en los que se consumen y propagan más fake news, sólo por abajo de Turquía y por encima de Estados Unidos y Brasil.
Frase

“Con la educación mediática, los ciudadanos podrían llegar pronto a la conclusión de que lo mejor es tener menos Chumel y más contenidos educativos…”. Luis Ángel Hurtado Razo. Académico e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here