Al menos 25 personas han muerto a raíz de un corrimiento de tierra en una mina de jade en el norte de Birmania, mientras los equipos de emergencia buscan todavía a más de una decena de desaparecidos, informan este miércoles medios locales.
El suceso tuvo lugar el domingo en la remota localidad de Hpakant, proclive a este tipo de corrimientos en la temporada de lluvias. La utilización de equipos pesados en yacimientos ilegales estaría contribuyendo a la desestabilización del terreno y, por tanto, a aumentar el riesgo de deslave.
Según los informes iniciales, alrededor de 40 empleados y un número indeterminado de mineros irregulares se encontraban el domingo trabajando en la prospección de jade cuando una enorme pared de unos 300 metros de altura y 76 metros de ancho se derrumbó, publica el diario The Global New Light of Myanmar.
El súbito desplome del muro de arena y piedra sobre el lago en el fondo de yacimiento causó un pequeño tsunami que arrastró a varios trabajadores.
Una de las personas que trabaja en la mina afectada por la última tragedia ha explicado al portal Myanmar Now que han sacado ya 25 cuerpos “utilizando cuerdas traídas desde un barco”, pero los trabajos prosiguen en una zona que, pese a ser escenario de conflictos amados, suele atraer a miles de trabajadores de otras partes del país.
asf