“América Latina ha cambiado. Ya no es una región con la mano pidiéndote limosna. Quiere cooperación, quiere más inversión”, afirma José W. Fernández, al describir la relación de Estados Unidos con la región como un matrimonio, en el que hay muchos intereses en común.

Nacido en Cienfuegos, Cuba, en plena revolución castrista, Fernández, subsecretario del Departamento de Estado para Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente, viajó a la IX Cumbre de las Américas con la delegación del secretario de Estado, Antony Blinken, y habló en exclusiva para el Grupo de Diarios América (GDA).

¿Qué objetivos tiene Estados Unidos para esta cumbre?

—Hay varios (…) El primero es crear una relación bilateral de cooperación con la región, y recordarle a la región que somos vecinos, y compartimos los problemas y también compartiremos el éxito. Mucho de lo que estamos tratando de hacer es escuchar, y también poner sobre la mesa algunas ideas que queremos hablar (…) La idea es buscar la manera de trabajar con países en cosas que nos dicen que quieren hacer, y eso requiere un diálogo. Ellos vienen, y nos piden cooperación y ayuda.

Hay una crítica de que falta una política para América Latina. ¿Qué responde a eso?

—Hay un deseo de la región de tener un vecino que los entiende, y que quiere ayudarlos a hacer lo que quiere hacer cualquier gobierno, que es mejorar la vida de su pueblo en economía, salud, seguridad. Y ahí estamos (…) les decimos que el comercio con el hemisferio es cuatro veces el de China, que siempre nos comparan (…) Tal vez tenemos que comunicarle al pueblo de América Latina lo que hacemos… América Latina ha cambiado. Ya no es una región con la mano pidiéndote limosna. Quiere cooperación, quiere más inversión. Muchos buscan ser parte del acercamiento de las (…) cadenas de suministro.

¿Cree que la crítica es exagerada?

—No, en absoluto. Nos gusta. En varias ocasiones, a EU se le ha acusado de imponer sus programas en la región. No se trata de eso. Estamos tratando, y creo que lo estamos consiguiendo, de mostrar que queremos ser un (…) vecino que ayuda, y que a la misma vez critica, porque es parte del diálogo que se tiene. Pero lo hace con respeto y con cariño.

Biden anunciará una agenda económica, ¿qué ofrecerá Estados Unidos?

—Hay mucho que se puede hacer en las cadenas de suministro. Lo que nos ha demostrado la pandemia y la crisis es que dependemos mucho de Asia, no solamente de China (…) Va a incluir también el comercio digital (…) Vamos a hablar de temas de transparencia. Si tenemos éxito, vamos a poder crear crecimiento en América Latina y lazos mucho más estrechos (…) Hemos llegado a un punto en EU en que nuestras empresas saben que no podemos tener corrupción.

¿Por qué Estados Unidos no compite con China en infraestructura, como el 5G?

—Bueno, vamos a los datos. Tenemos 50% más de inversión.

Pero hablo de infraestructura…

—No se trata de competir. Nos ponemos en el lugar de nuestros vecinos y si es una inversión que crea empleo, que no daña el medio ambiente, que respeta los derechos humanos, no queremos competir con China. Al revés. No se trata de oponernos a nada, lo que tenemos que hacer es crear razones para que quieran más inversiones norteamericanas. El 5G (…) es algo indiscutible, y los países lo saben (…) La ciberseguridad de una empresa que por ley tiene que obedecer las órdenes del gobierno chino te crea un problema de seguridad (…) tenemos que darle otra oferta (…)

Hay ausencias de líderes, ¿cómo define el éxito de la cumbre?

—El primer éxito sería que nuestros pueblos reconozcan la necesidad de una cooperación con Estados Unidos. El éxito debería ser, en parte, dejar de lado los titulares de quiénes no vienen. ¿Quiénes vinieron? ¿Qué hicimos? ¿Buscamos una manera de estrechar los lazos? Y no todo tiene que ser temas económicos. La democracia (…) ¿estamos más dispuestos a unirnos contra los dictadores de turno? ¿Qué vamos a hacer con la guerra en Ucrania? Lo primero que espero que pueda salir de aquí es el reconocimiento de que tenemos muchos intereses en común y los estamos persiguiendo. Y, con suerte, maneras de cooperar aún más.

Se habla sobre intereses comunes, pero también sobre oportunidades perdidas, recurrentes, y una falta de interés de EU hacia América Latina, ¿cómo concilia eso?

—Las dos son realidades. Es como un matrimonio. No todo es perfecto… El diálogo que tenemos entre América Latina y EU no lo tiene América Latina con Europa, no lo tiene América Latina con China.

¿Y cómo ve el futuro de ese matrimonio?

—Con mucha esperanza porque tenemos intereses comunes. Nos estamos dando cuenta de que la vida es mucho mejor si podemos vivir juntos que separados.

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