Por Édgar Luna Cruz

Ridículo, humillante. Seguramente en el duelo de vuelta, América le dará la vuelta al Real Estelí, pero lo que las Águilas ofrecieron en Nicaragua es digno de llamar la atención y no ser olvidado, porque el campeón del futbol mexicano mordió el polvo en Centroamérica. Su corona, aunque sea de liga, ha sido abollada y su orgullo pisoteado.

América cayó 2-1 ante el Real Estelí, equipo de la liga de Nicaragua en el juego de ida en la primera ronda de la Liga de Campeones de la Concacaf.

Y no fue un resultado engañoso ni de casualidad. El Real Estelí ganó con toda justicia, jugando bien, haciendo méritos y haciendo ver mal al campeón del futbol mexicano.

Aunque el gol anotado en la parte final del juego por Julián Quiñones cambia la perspectiva de la eliminatoria, gracias a que el gol de visitante en el torneo ayuda en el desempate global. La humillación, el ridículo de esta noche en Estelí, Nicaragua, nadie lo quita.

Lo de América fue burdo en la primera parte. Desde la mano de Emilio Lara, provocando penalti, coronado de manera excelsa por Byron Bonilla que lo cobró a lo “Panenka” (6’), pasando por las claras fallas frente a la portería del Real Estelí, y terminando por verse maniatado.

No hay pretexto, aunque la cancha haya sido sintética. El plantel que mandó a la cancha del estadio Independencia, no puede clasificarse como equipo B o C, porque ante un cuadro que proviene del futbol nicaragüense cualquier equipo que envía el América debe de ganar y dominar.

El Real Estelí fue práctico e inteligente. No se achicó ante la prosapia Águila, la enfrentó sabiendo que de tú a tú son inferiores, pero como equipo podían hacerle. Llegaron poco, pero sus acciones al frente fueron claras y en defensa supieron replegarse de forma inteligente.

América pecó de confiado. Primero Julián Quiñones falló una muy clara, como lo hizo contra Monterrey el sábado pasado y después entre Illian Hernández y Zendejas desperdiciaron la oportunidad con el marco abierto.

Se esperaba la reacción del América, del poderoso, del soberbio, del invencible… Pero lo que se encontró fue un nuevo error de Lara en la marca que acabó con un remate de Marvin Fletes que venció a Luis Magalón (47’).

Con el 2-0 en contra, André Jardine decidió, primero, quemar a Lara, sacarlo del campo y después meter a sus armas más pesadas: Diego Valdés y Álvaro Fidalgo, para tratar de intentar la remontada.

Y otra mala noticia es que Richard Sánchez salió lesionado.

Aunque los nicaragüenses se pusieron nerviosos, ni ellos mismos esperaban tener esa ventaja en algún momento del partido, no perdieron el orden. Sí, el América nos los cambios mostró otra cara, ya sólo se jugaba afuera del área del Estelí, pero las verdadera acciones de peligro no llegaban.

Ya en tiempo de compensación, el portero Douglas Forvis se equivocó, soltó el balón al centro y Quiñones anotó el gol que da vida a las Águilas (91’), pero el golpe al orgullo, a la vanidad, nadie lo quita.

El juego de vuelta será el miércoles 14 en el estadio de la Ciudad de los Deportes.

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