Por Sebastián García Méndez
La afición del Pachuca lanzó un cántico que reflejó lo que fue el América en gran parte de los 90 minutos: Tiene miedo, el Ame tiene miedo.
Las Águilas volvieron a sufrir en el Estadio Hidalgo, aunque esta vez sacaron un empate (1-1) que deja todo abierto para la Vuelta, el próximo sábado en el Estadio Azteca.
Problemas internos, baja de juego, un estilo predecible, sea el motivo que sea, los de André Jardine se encuentran en un bache que pone en peligro el objetivo del bicampeonato.
De no ser por la pobre contundencia de los Tuzos, el primer tiempo pudo ser catastrófico para las Águilas, tanto como el de la Copa de Campeones de la Concacaf; sin embargo, los azulcrema salieron con vida.
Un error de Álvaro Fidalgo en el medio campo terminó en anotación de Salomón Rondón al minuto 21. Sí, el de la magia falló, como también Luis Ángel Malagón en jugadas posteriores. Nadie despierta en el Nido.
Sin merecerlo, los capitalinos encontraron el empate al minuto 45 con un cabezazo de Henry Martín. Pachuca falló tres opciones claras de gol y lo pagó caro en la primera parte.
Con los ingresos de Cristian Calderón, Brian Rodríguez y Julián Quiñones ya en el transcurso del segundo tiempo, el América tomó de a poco el ritmo de juego, equilibró por mucho la balanza, pero no fue suficiente.
Los técnicos Guillermo Almada y André Jardine vivían su propio partido en el banquillo y el sentimiento de frustración era el que más predominaba. Fiel reflejo de lo que fueron la Ida de los Cuartos de Final.
Todo quedó abierto para la Vuelta en el Estadio Azteca. Los Tuzos del Pachuca, obligado a ganar, el América, a jugar como campeón y cambiar la cara frente a su afición en el Coloso de Santa Úrsula.