La rubia cabellera que luce Andrea Martínez no es natural. Es el tributo que pagó por ser parte de los novatos en el equipo de futbol americano Pumas CU, que está por iniciar temporada en la Liga Mayor de la Organización Nacional Estudiantil de Futbol Americano (ONEFA).
Andrea tiene poco más de 20 años de edad y en la mayoría ha practicado algún deporte. La natación, el taekwondo, el boxeo, el basquetbol y el futbol han poblado de experiencia su vida; incluso, como futbolista fue parte del Cruz Azul Femenil.
Es una chica que no para, y su carácter arrojado la tiene lista para otro reto: Ser la pateadora de Pumas CU en la campaña que arranca el 10 de septiembre, ante los Borregos del Tecnológico de Monterrey. Será la primera en su posición dentro del futbol americano estudiantil en México.
La alumna de noveno semestre en la Facultad de Derecho de la UNAM está lista para hacerlo. “Solamente quise venir a probarme para vivir la experiencia y entrar a un nuevo deporte”, recuerda, en alusión a la convocatoria que lanzó el equipo en busca de una pateadora, y para la que ella y otras chicas respondieron.
Dejó claro desde entonces que el miedo no aparece en su lista de obstáculos a vencer, “porque todos los deportes son arriesgados. Sé que hay más contacto físico [en el futbol americano], pero mi posición es de bajo riesgo y soy capaz de hacerlo bien”.
Jamás se sintió incómoda por compartir disciplina sólo con hombres: “Me han recibido de muy buena forma y vamos por el mismo objetivo”.
Acepta que fue más complicado creer que lo estaba logrando, aunque tampoco se detiene mucho en eso, pues los entrenamientos la mantienen alerta: “
Es cuestión de aferrarse y ponerle empeño a lo que haces, sólo quiero enfocarme en el juego. Estar concentrada a la hora de patear, porque la técnica está bien”.
Aunque su incorporación a la escuadra auriazul es sinónimo de inclusión, Martínez señala que debe permear más allá del emparrillado, en la sociedad.