Por William Márquez – BBC News Mundo

Una airada multitud irrumpió el domingo pasado en una terminal aérea del aeropuerto de Daguestán, una república del Cáucaso en Rusia, gritando consignas antisemitas y buscando a pasajeros israelíes que supuestamente llegaban en un vuelo procedente de Tel Aviv.

La acción de cientos de hombres jóvenes que inundaron la terminal fue fomentada y coordinada a través de mensajes en un canal islamista de Telegram, según una investigación de la BBC, y tomó a las autoridades por sorpresa. Unas 60 personas resultaron arrestadas.

El 14 de octubre, un hombre apuñaló y mató en Estados Unidos a un niño palestino de 6 años y dejó herida a su madre. Las autoridades lo investigan como un crimen de odio. El acusado, según documentos judiciales que citan una entrevista con su esposa, estaba preocupado por reportes de que iba a haber un “Día Nacional de la Yihad”.

Estos son solo dos ejemplos de cómo el recrudecimiento del conflicto en Medio Oriente está teniendo consecuencias en las comunidades judías y musulmanas de todo el mundo.

Y especialmente en Europa. En los últimos días en París aparecieron pintadas estrellas de David en edificios en los que supuestamente viven ciudadanos de origen judío.

En Alemania, una sinagoga fue atacada con cócteles molotov y un edificio en Berlín donde residen judíos fue pintado con esvásticas.

Tanto Alemania como Francia han prohibido manifestaciones de grupos que abogan por la causa palestina, porque las consideran una incitación al antisemitismo, lo que ha sido criticado como una violación del derecho de protesta y de libertad de expresión.

Muchos argumentan que criticar a Israel por la respuesta militar sobre Gaza, que ha causado 8.500 muertes de palestinos, tras el ataque del grupo Hamas el 7 de octubre, que dejó 1.400 muertos israelíes y más de 250 secuestrados, no supone ser antisemita.

“Aumento alarmante”

“Antes del 7 de octubre ya existían preocupantes expresiones de antisemitismo e islamofobia”, dijo a BBC News Mundo Benjamin Ward, subdirector para Europa de la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).

Pero se ha visto “un aumento alarmante” desde el comienzo de hostilidades entre Hamas e Israel, principalmente en los países europeos con considerables comunidades judías y musulmanas como Reino Unido, Francia y Alemania.

En Alemania, el canciller y el presidente denunciaron enérgicamente un aumento del antisemitismo y remarcaron que es inaceptable que tal odio florezca en el país que perpetró el Holocausto.

La mayoría de los incidentes que ha podido registrar HRW han sido de carácter antisemita porque hay muy buenos datos oficiales que reciben de parte de Francia, Alemania y Reino Unido, dice Ward. También han recibido informes creíbles de incidentes similares en otros países de Europa.

“Frecuentemente hay una correlación entre los eventos en el Medio Oriente y el aumento de incidentes antisemitas en Europa”, recalcó.

Sin embargo, destacó que aunque ha habido un aumento de los casos reportados de islamofobia, no se cuenta con los mismo datos oficiales que hay sobre el antisemitismo.

Contrario a Reino Unido, Francia y Alemania no registran esos incidentes de odio anti-islámico, lo que crea un problema para combatirlo.

“Es un gran vacío”, dijo Benjamin Ward. “Es muy difícil que las autoridades respondan apropiadamente cuando no conocen la escala del problema, no conocen el tipo de incidentes ni conocen dónde están tomando lugar”.

La protesta pacífica también es un derecho

Además de monitorear estos incidentes, HRW también está preocupada en la defensa de otros derechos, como el de la libertad de expresión y de protestas, que se han visto afectados por las respuestas de los gobiernos de Europa hacia la guerra.

En Reino Unido ha habido masivas manifestaciones en solidaridad con los habitantes de Gaza. Entre los manifestantes hubo una minoría que pedía la “desaparición” de Israel, lo que motivó a la secretaria del Interior británica, Suella Braverman, a describir las protestas como “marchas de odio” sin hacer distinción entre la mayoría de los participantes pacíficos y la minoría radical.

En Francia, por ejemplo, el Ministerio del Interior intentó aplicar una prohibición total a las manifestaciones pro palestinas antes de que el Consejo de Estado -el más alto tribunal administrativo- declarara ilegal esa medida.

Para las organizaciones humanitarias ese es un grave problema.

“Es importante asegurar un espacio para que la gente pueda expresar sus opiniones pacíficas y proteste pacíficamente, aunque esté diciendo cosas con las que no están de acuerdo otras personas o sus gobiernos”, señaló el subdirector de HRW.

Reconoce que una de las razones con las que los gobiernos justifican el veto a las manifestaciones contra el conflicto es para evitar que se fomente el antisemitismo, pero Ward advierte contra una situación “en la que el derecho de los judíos de Europa de vivir libres de la violencia y la discriminación solo venga a expensas de los derechos de otros que desean expresar sus opiniones sobre lo que está pasando en Medio Oriente”.

En ese sentido, piensa que la estrategia de la policía en Londres ha sido más acertada. “Ciertamente han hecho arrestos cuando consideran que alguien está incitando al odio o violencia, pero no usan la intención de un pequeño número de personas dentro de un grupo muy grande de manifestantes como pretexto para prohibir la protesta”.

Crear un vínculo entre las protestas propalestinas y el antisemitismo crea un riesgo real que puede generar enemistad hacia musulmanes, árabes y otras personas de Medio Oriente.

“Eso nos recuerda bastante el desbordado discurso en Europa después de los ataques del 11-S a Nueva York que tuvo un efecto de estigmatización de las comunidades migrantes”, recuerda Benjamin Ward.

Despidos y hostigamiento

El espectro de esa estigmatización también se ha despertado en Estados Unidos, donde el impacto de la guerra entre Hamas e Israel ha estremecido también a las numerosas comunidades palestinas y árabes -musulmanas o cristianas- que tienen familiares en Gaza.

“La sangre (del conflicto) rueda hasta los patios de nuestras casas porque ha sido a veces un hermano, una mamá, un hijo de residentes en Estados Unidos que ha perdido la vida”, dijo a BBC News Mundo Wilfredo Amr Ruiz, director de medios del Consejo de Relaciones Islámico Estadounidenses (CAIR, por sus siglas en inglés).

Amr Ruiz asegura que “a aquellos que abogan por la causa palestina muchas veces los relacionan como si fueran simpatizantes de organizaciones terroristas, que no lo son”.

“En el estado de la Florida, el gobernador hizo un pronunciamiento público diciendo que todos los residentes de Gaza eran antisemitas”, indicó el portavoz del CAIR.

Esa percepción, dice, tiene un efecto en la manera “desproporcionada” en que las fuerzas del orden abordan a los manifestantes pro palestinos y también ha repercutido en el ambiente laboral y en las escuelas con el despido de empleados y hostigamiento de estudiantes de origen palestino.

Las denuncias por violencia contra la comunidad musulmana se han triplicado, según CAIR. Hasta el 25 de octubre habían recibido 774 denuncias desde el 7 de octubre. Para comparar, en agosto recibieron 63.

“Niveles históricos” de antisemitismo

Los hechos de violencia en Gaza e Israel también han sido contundentes para la comunidad judía en EE.UU.

El director del FBI, Christopher Wray, advirtió que el antisemitismo en el país está alcanzando “niveles históricos”, señalando a un panel de senadores el martes que el 60% de todos los crímenes de odio religioso son perpetrados contra personas judías.

Según la Liga Antidifamación, ha habido un incremento del 400% al comparar los incidentes en octubre de este año con los del año pasado.

En la prestigiosa universidad de Cornell, en Nueva York, el martes se publicaron mensajes online amenazando a los estudiantes judíos.

Los mensajes salieron el mismo día que aparecieron grafitis anti-Israel en el campus universitario, informó el diario local Cornell Daily Sun, que también reportó la publicación de posts despectivos contra estudiantes musulmanes en un sitio web.

“Hemos visto un aumento en las amenazas en todo el país. Están centradas en los judíos y en gente de la comunidad musulmana”, dijo Robert J. Contee III, del FBI.

Benjamin Ward, de Human Rights Watch, recalcó que es importante que haya declaraciones políticas enfocadas en cerrar las divisiones que están surgiendo en la sociedad de todo el mundo a raíz del conflicto.

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