Enrique Guerrero, hermano de Manuel Guerrero, mexicano detenido hace 24 días en Qatar por ser homosexual, pidió al Estado mexicano que presione para que al hombre, quien vive con VIH, se le proporcionen sus medicamentos y se le libere de inmediato.
“Mientras más tiempo pasa su salud va mermando”, dijo este miércoles en entrevista con EFE.
Este día, la embajada de México en Qatar dijo a través de un comunicado difundido en redes sociales que apelarán a “la cooperación internacional” con el objetivo de garantizar el bienestar y la integridad del hombre detenido y por que se reúna con su familia lo antes posible.
Pero el martes, en una comunicación anterior, habían detallado que por su doble nacionalidad (británica y mexicana) no podía intervenir en el caso “debido a que el interesado tiene registrada su residencia en Qatar como nacional del Reino Unido y el consulado de ese país en Doha ha sido la entidad responsable y reconocida por autoridades qataríes para hacer gestiones consulares en su favor”.
Enrique consideró positivo que la cancillería se retractase y asegurase que intervendrán pero aseguró que tanto él como organizaciones que salvaguardan los derechos de las personas LGBT van a estar vigilando el proceso.
“Necesitamos estar ahí presionando para que estos compromisos (que adquirió la embajada de México en Catar) se cumplan y se materialicen. Vamos a seguir adelante verificando que esos compromisos se cumplan y que se haga todo lo posible para que esto ocurra”, expresó Enrique.
El cambio en el rumbo de las comunicaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE, Cancillería) de México vienen después de una protesta el martes y de que Enrique se reuniese ese día con la directora general de Protección y Planeación Estratégica de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Vanessa Calva Ruiz.
Una trampa
Manuel Guerrero fue detenido en Doha, la capital de Catar, tras acudir a una cita acordada a través de una aplicación y que allí lo recibiese la policía qatarí.
Las propias autoridades qataríes crearon un perfil falso y le dijeron a Manuel que acudiese con más personas de la comunidad LGBTI. Un hombre marroquí llegó poco después y también lo detuvieron y continúa encarcelado.
Además, a ambos les plantaron metanfetamina para inculparlos.
Ahora, 24 días después y habiendo recibido tortura psicológica, Manuel pasa largas horas sin agua ni alimento y no le dejan cortarse el cabello ni las uñas porque dicen creer que con esto podrían contagiarse de VIH otras personas privadas de su libertad.
Enrique fue hace dos semanas a Doha y pudo ver en dos sesiones de 15 minutos a su hermano, quien le compartió lo sucedido.
“Las embajadas han tenido comunicación con la policía, pero no con la Fiscalía, mucho menos con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Catar. O sea, a ese nivel ha estado la comunicación, de hecho ingresaron con los que custodian a Manuel”, detalló Enrique, quien recordó que la libertad en cuanto a la orientación sexual es un derecho humano.
Asimismo, terminó diciendo que gracias al apoyo de las organizaciones y activistas por los derechos de las personas LGBTI es que mantiene la esperanza de que su hermano sea puesto pronto en libertad.
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