El secretario general de Médicos Sin Fronteras (MSF), Christopher Lockyear, habló este jueves sobre el reciente ataque israelí que costó la vida en Gaza a siete trabajadores de la ONG World Central Kitchen (WCK) y subrayó que este tipo de incidentes podrían ser deliberados o producto de una “temeraria incompetencia”.
“Desde el inicio de esta guerra han sido asesinados más de 200 trabajadores humanitarios, incluidos cinco empleados de MSF, muchos de ellos cuando ofrecían servicios a pacientes”, destacó en una rueda de prensa en Ginebra, tras visitar recientemente Gaza para analizar la situación en la franja después de casi medio año de guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas, autor de los ataques contra territorio israelí del 7 de octubre de 2023, en los que murieron unas 1 mil 200 personas.
“Esta pauta en los ataques o es intencionada o indicativo de una temeraria incompetencia”, afirmó Lockyear, quien señaló que estas muertes evidencian “la inutilidad de las supuestas medidas de distensión en una guerra que no sigue ninguna regla”.
Que se estén produciendo esas muertes es “una elección política” por parte de Israel, que “no afronta ninguna consecuencia porque sus aliados permiten esta impune brutalidad y le abastecen con más armas para matar y mutilar indiscriminadamente a civiles”, declaró el máximo responsable de MSF.
El secretario general de MSF recordó que los 200 trabajadores humanitarios muertos en Gaza son “sólo una pequeña fracción” de las más de 33.000 víctimas, muchas de ellas mujeres y niños, en un conflicto que definió como “brutal, desproporcionado y sin medidas preventivas”.
También muestra, afirmó, el desprecio total de Israel a las recomendaciones emitidas en enero por la Corte Internacional de Justicia de La Haya, urgiéndole a que pusiera en marcha medidas preventivas para evitar un genocidio contra la población palestina en Gaza.
Trabajadores humanitarios en peligro y sin recursos
Sobre su reciente visita al territorio palestino, el responsable de MSF recordó que las “escenas de total horror” se repiten en las calles y hospitales como el de Al Aqsa, en la zona central de la franja, “cuyo depósito de cadáveres estaba lleno en la mañana con las víctimas de los bombardeos de la noche anterior”.
En los hospitales y centros donde colabora MSF “muchos pacientes mueren en agonía y dolor, mientras los supervivientes requieren operaciones y rehabilitación que no podemos dar”, lamentó.
En la misma rueda de prensa, la coordinadora de emergencias en Gaza, Marie-Aure Perrault Revial, insistió en que no hay lugares seguros para poder desarrollar sin peligro labores humanitarias en la franja, donde también han muerto en ataques israelíes unos 26 trabajadores de la Media Luna Roja.
“Hemos perdido la cuenta de los centros de atención primaria que hemos tenido que evacuar desde diciembre. Hemos recurrido a ‘soluciones creativas’ como atender en antiguas granjas de pollos”, relató la trabajadora humanitaria.
Los responsables de MSF recordaron que la WCK, la ONG fundada por el chef español José Andrés objeto de un ataque esta semana y que a consecuencia de esos hechos ha suspendido sus operaciones, era esencial para el trabajo de muchas otras organizaciones a las que brindaba alimentos.
“Nosotros, como muchos otros, dependíamos de ellos para alimentar a nuestro personal y a pacientes”, explicó Lockyear.
La doctora Amber Alayyan, coordinadora de operaciones de MSF desde París, agregó que la organización ha tenido que atender muchas heridas a niños gazatíes claramente infligidas por drones armados, y que se está detectando un alarmante incremento de enfermedades infecciosas como hepatitis A.
kicp