Un verdadero escándalo el que se vivió en el Estadio Universitario. Atlas pasó al ganar en el global 5-4, pero perder en el campo 4-2 ante Tigres.
Pero más allá del resultado, lo que salta a la luz fue un sinfín de errores dentro y fuera de la cancha del cuerpo arbitral.
Al inicio de la segunda parte, Miguel Herrera manda al campo a Florian Thauvin por Hugo Ayala, en ese momento Tigres tuvo en la cancha a nueve jugadores No Formados en México: Nahuel Guzmán, Igor Lichnovsky, Rafa Carioca, Guido Pizarro, Yeferson Soteldo, André-Pierre Gignac, Luis Quiñones y Carlos González, además de Thauvin.
Desde ese momento, los Tigres perdían el partido, como lo perdieron en el terreno de juego.
Grave error del cuerpo técnico de Miguel Herrera; grave error del cuerpo arbitral. El reglamento dice: que siempre deben de estar en la cancha tres jugadores Formados en México. Tigres no lo cumplió.
Lo demás no fue lo de menos, pero al final pudo salir sobrando.
Señalando únicamente lo que pasó en la cancha, Atlas ganó fiel a su costumbre, viviendo para el drama. Soportando penaltis que el VAR se encaprichó en marcar, para que al final Aldo Rocha, con otro tiro desde los once pasos, definiera el juego.
Diego Cocca volvió a aplicarle el mismo parado a Miguel Herrera y los Tigres. Con Luis Reyes en la media cancha, los Rojinegros tenían a un buen recuperador y también a un hombre que sabe desbordar, que sabe irse al ataque.
Fácil no fue Atlas, tuvo que sufrir para parar a Gignac, a González, sobre todo los desbordes de Luis Quiñones, pero nada que exigiera a Camilo Vargas, más allá de un tiro libre del francés.
Al ataque, Atlas fue el de siempre, en pocos toques llegar a la portería contraria. Asomó peligro hasta que lo concretó en una triangulación que Julián Quiñones finalizó con un pase a la red (44’), al término de la primera parte.
Herrera mandó a su as bajo la manda, Florian Thauvin, para buscar el milagro. Gignac hizo saltar al estadio cuando vendió una falta dentro del área, que César Ramos lo compró como penalti. El francés acercó con un tiro bien colocado (53’).
EL gol volvió a la vida a los Tigres, volvió a la vida a Gignac, quien de media vuelta metió el segundo (58’).
Enseguida Julián Quiñones tuvo un mano a mano a mano con Nahuel Guzmán, pero echó la pelota a un lado. Falla que costaría a la larga.
Y todo se salió de control. Los jugadores de Tigres se comienzan a tirar en el área; el árbitro no marca penalti, el VAR, con Diego Montaño y Ángel Monroy controlándolo, sí. A la primera, el central rechaza la recomendación, a la segunda la acepta y Gignac, otra vez, marca desde el manchón (72’).
Tigres se desbocó, Atlas se asustó, se metió en el área y ahí mismo Igor Lichnovsky metió el del pase a la final… Y el juego se alargó. Ya se comenzaba a manejar la alineación indebida de los Tigres, cuando vino una falta más sobre Quiñones, el del Atlas, en el área. Otra vez el VAR interviene, se arca el penalti y Aldo Rocha da el pase a los Rojinegros en un juego para el escándalo, donde seguramente habrá muchos castigos qué aplicar.