Por Sebastián García Méndez
Guadalajara, Jalisco.- Atlas se llevó el Clásico Tapatío en el estadio Akron y mandó muy pronto de vacaciones a las Chivas. Realidad rojiblanca que terminó como empezó el Apertura 2024.
Tras un agónico triunfo (1-2), los Rojinegros se metieron a casa de su eterno rival y les hicieron la travesura. Remontada que vale oro y los mantiene con vida en este certamen; el domingo definirán su futuro en el segundo encuentro del Play-In.
Desde la primera mitad, los Zorros ya anunciaban que serían un rival digno y mostraron hambre… más que los locales. Salvadas del Rebaño que sufrieron en la primera parte, pero que también fueron los primeros en pegar.
Guadalajara logró romper el cero gracias a un penalti que consiguió Javier ‘Chicharito’ Hernández. El delantero disparó al arco de Camilo Vargas, pero el esférico se impactó en la mano de Matheus Doria. Tras revisar la acción, César Ramos decretó la pena máxima que Víctor Guzmán hizo válida con fuerte disparo.
Pero los Zorros nunca dejaron de intentar, y al minuto 84 con un acrobático remate de Uros Durdevic que fue desviado por José Castillo, empataron el encuentro. Todo se definiría desde el manchón penalti, pero la historia aún tenía camino.
Y la tragedia del Guadalajara sucedió. Antonio Briseño cometió un penalti que tuvo que ser revisado en el VAR y tras decretarse como tal, fue Aldo Rocha quien sentenció la victoria atlista en suelo rojiblanco.
Dolorosa eliminación frente al vecino incómodo. Así concluye otro turbulento semestre de fracasos rojiblancos. Ahora, a empezar de cero y volver a alimentar una ilusión que cada vez luce más debilitada.