Después de cinco semanas de descensos en las muertes por coronavirus, el número de decesos reportados en todo el mundo creció 4% la semana pasada, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su informe semanal sobre la pandemia, la agencia de salud de Naciones Unidas dijo ayer que 8 mil 700 personas fallecieron por Covid-19 la semana pasada, con aumentos de 21% en América y 17% en el Pacífico occidental.
Los casos de coronavirus siguieron cayendo, con 3.2 millones nuevos reportados la semana pasada, lo que amplió una tendencia a la baja desde el pico de enero.
Aun así, hubo picos significativos de contagios en algunas regiones. Medio Oriente y el sureste de Asia reportaron aumentos de 58% y 33%, respectivamente.
“Como muchos países han reducido la vigilancia y las pruebas, sabemos que esta cifra está subestimada”, dijo esta semana el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“No hay un nivel aceptable de muertes por Covid-19”, añadió, dado que la comunidad global ya tiene las vacunas, medicinas y herramientas de diagnóstico para frenar el virus.
Apenas ayer, la alcaldía de Buenos Aires eliminó la obligatoriedad del uso del cubrebocas en lugares cerrados debido a la vacunación masiva de la población y el descenso continuado de casos del nuevo coronavirus desde fines de mayo.
Aunque muchos países ricos en Europa y Norteamérica han abandonado la mayoría de sus restricciones contra el virus, la extrema política china ha supuesto más pruebas masivas, cuarentenas y aislamiento para cualquiera que tuviera contacto con un infectado.
La capital china volvió a pasar las clases a internet esta semana en uno de sus principales distritos tras un nuevo brote de Covid-19 asociado a un club nocturno. Los habitantes de Beijing siguen haciéndose pruebas periódicas, la mayoría cada dos días, y deben llevar mascarillas y mostrar una app en su celular para acceder a espacios públicos y facilitar el rastreo de casos.
China ha mantenido su política de “cero Covid” pese a los considerables costes económicos y a una afirmación del responsable de la Organización Mundial de la Salud de que la política no es sostenible.
Las autoridades estadounidenses dieron otro paso esta semana hacia la autorización de vacunas contra el coronavirus a los niños más pequeños, después de que los asesores de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) dieran luz verde a las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech para menores de cinco años.
Los expertos externos votaron de forma unánime que los beneficios de las inyecciones superaban a cualquier riesgo para los menores de cinco años, unos 18 millones de niños.
Son el último grupo de edad en Estados Unidos sin acceso a las vacunas contra el Covid-19, y muchos padres esperaban con ansiedad la vacuna para proteger a los pequeños. Si se superan todos los trámites, las vacunas deberían estar disponibles la semana que viene.
En España, todos los ciudadanos podrán recibir una cuarta dosis anti-Covid, probablemente en otoño próximo, anunció la ministra de Sanidad, Carolina Darias. “Probablemente una fecha que se puede barajar como posible sea en torno al otoño”, añadió. La ministra habló de esa época porque para entonces, indicó, España espera “la llegada de nuevas vacunas adaptadas a las variantes” del coronavirus.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) anunció el miércoles el inicio del examen de una versión modificada de la vacuna contra el Covid-19 de Pfizer que busca proteger mejor contra variantes específicas. “A medida que la empresa avanza en el desarrollo de su vacuna adaptada, la EMA recibirá más datos, especialmente sobre la respuesta inmunitaria a la vacuna, así como datos sobre su eficacia contra las subvariantes de ómicron”, subrayó EMA en un comunicado.