Antes del sábado, la mayor remontada de la NFL fue un partido de playoffs entre los Bills y los Oilers en 1992, con 32 puntos. Los Vikings rompieron ese récord al ganar 39-36 en tiempo extra contra los Indianapolis Colts después de estar 33 abajo. “Es increíble. Entré aquí y derramé lágrimas al pensar en eso. Todas las cosas por las que hemos pasado, y estar abajo por 33 a la mitad, y volver con este equipo, con esa lucha para ir y ganar el juego, definitivamente es algo loco en lo que pensar”, dijo el receptor abierto Adam Thielen, según la nota deportiva de Canal 4 CBS.
Minnesota no tenía puntos hasta que KJ Osborn anotó con más de 8 minutos restantes en el tercero, el comienzo de una racha de 36-3. “Este ha sido solo un día. Ha sido una locura. Pero si esa era la chispa que necesitábamos para ponernos en marcha, estaba feliz de haber podido hacerlo”, dijo el back defensivo, Chandon Sullivan.
Los Vikings no jugaron un fútbol perfecto en la recta final y tuvieron dos recuperaciones de balones sueltos de Chandon Sullivan para touchdowns anulados por los árbitros. Las victorias lo curan todo. “Siempre pensé que lo lograríamos. Lo hemos estado haciendo todo el año”, dijo el profundo Harrison Smith.
Los Vikings podrían haber asegurado la división con un empate, pero eso habría perjudicado la remontada. “Fue todo lo que querrías. Un juego como este para ganar la división, querrías que fuera tan difícil, no querrías que fuera fácil”, dijo el liniero ofensivo Brian O’Neill.
