Por Araceli García

Seamos fans de la muñeca Barbie, o no, es innegable que se trata de una figura que ha marcado a generaciones y nuestra relación con la feminidad, desde que fue creada en 1959, hasta la fecha.

Por ello es que ahora que la película de Greta Gerwig llegó a salas de cine ha causado revuelo y debate entre quienes aplauden una historia que es marcadamente femenina, con los hombres puestos en segundo lugar y hasta ridiculizando actitudes machistas, y quienes se han pronunciado en contra precisamente por esto.

En ese sentido reflexiona la activista Sofía Márquez, creadora del sitio feminista Women on fire, que tan sólo en Instagram tiene más de 800 mil seguidores. Márquez destaca del filme el momento en que Barbie (interpretada por Margot Robbie) llega al mundo real y se encuentra con un grupo de jóvenes en una escuela.

“Barbie piensa que es su salvadora y las niñas le dan este golpe de realidad diciendo ‘tú arruinaste la infancia de muchas niñas, creaste muchas inseguridades’ y esa es una realidad. Es un juguete que nos marcó la vida por el hecho de darnos momentos felices pero también un crecimiento un poco duro”, señala Sofía Márquez en entrevista con EL UNIVERSAL.

“Algo que se debate mucho dentro del movimiento feminista es por qué Mattel, quien creó esta muñeca con estereotipos, sale ahora con esta bandera feminista. Creo que la sociedad está dando un giro actual muy grande, donde se está dando cuenta de los errores que anteriormente se cometieron y que no tiene nada de malo dar este giro”.

Para Márquez, quien con su trabajo busca brindar un espacio seguro para mujeres, ver este tema en la pantalla grande ya es un gran logro. Asegura además que la película nos puede ayudar a ver cómo está la sociedad.

En esto coincide Sofía Poiré, quien desde hace siete años trabaja en temas de género y diversidad sexual como parte de los movimientos feministas y LGBT+. Poiré celebra el nivel de alcance cultural del filme y que este tenga un mensaje bastante bien hecho, aunque resalta que es apenas un inicio.

“Quizá se quedó corta en algunos ámbitos como la interseccionalidad, finalmente se centra en esta Barbie estereotípica, rubia, blanca, hegemónicamente bella, pero no habla de dificultades que atraviesan especialmente a mujeres racializadas, con discapacidad o otro tipo de corporalidades pero creo que buscó abarcar muchas cosas”, apunta Poiré, quien se especializa en el trabajo con poblaciones de mujeres que sienten atracción por las mujeres -lesbianas, bisexuales, trans y no binarias con experiencia similar-.

“Es una buena introducción, no es que necesariamente ahonde muchísimo, no es que sea radicalmente feminista, tiene varias cosas que se le pueden criticar pero en general es una película que aborda muchísimo todas estas dinámicas de género, del patriarcado y que es una buena forma a través de la comedia de abarcarlo para una audiencia suficientemente amplia”.

En la cinta vemos a Barbie salir de Barbieland junto a Ken (Ryan Gosling) y llegar al Mundo real, sólo para descubrir que las mujeres no tienen el mismo valor que en su mundo perfecto. Es entonces que todo se va saliendo de control: los Ken toman el control de las demás Barbies, a quienes tratan casi como servidumbre y ellas olvidan cuál es la profesión que tenían antes.

Acorde a su contexto

Ante el debate de si se trata de un “feminismo blanco”, Sofía Márquez apunta que no podíamos esperar un documental feminista si estamos hablando de un producto que vive en otro contexto: el empoderamiento de decir que las mujeres pueden y son fuertes. Es en ese sentido en el que “Barbie” se aleja del público femenino de América Latina, cuyas problemáticas van más allá.

Poiré comparte este punto, pues destaca que para los feminismos latinoamericanos las prioridades son la violencia y sobre todo la violencia feminicida, pero es normal que no se mencione: “Qué esperaban si Greta también es una mujer blanca y rubia y sus películas son de eso. Ella está haciendo lo que ella conoce y se encuentra en su contexto y es válido también y Barbie también es eso. No va a ser el espacio donde vamos a encontrar el mensaje mejor dirigido a audiencias mexicanas o latinoamericanas”, dice.

Sin embargo, las activistas coinciden en que es un primer paso el que se ha dado, pues si bien existen otros títulos anteriores que buscaron un enfoque más feminista (como la versión de “Mujercitas” de la propia Greta Gerwig), en el caso de Barbie ha llegado a un público masivo al ser la película con el mejor estreno en lo que va del año.

“A final de cuentas cada vez se está abriendo más espacio y pronto vamos a poder ver una película donde cada una se sienta identificada al 100%, claro que no debemos de sacrificar esta película diciendo que no es feminismo. Lo es porque para mí el feminismo también es sororidad, empatía, empoderamiento y dentro de lo que cabe ‘Barbie’ lo trajo a la mesa con su propio contexto”, explica Márquez.

La creadora de Women no fire finaliza destacando que como mujeres se tienen menos espacios, como en este caso el cine, para mostrar contenidos “hechos para nosotras y mostrando nuestras problemáticas” por lo que “Barbie” es la mejor película actual pero se puede seguir avanzando.

“No nos podemos conformar con sólo esto, es una película buena, que se agradece, llega al corazón, pero falta más diversidad, representación, y ese es el trabajo dentro del feminismo, seguir exigiendo esto, vamos bien pero falta más”.

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