El secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, pidió a la comunidad internacional que se comprometa a recortar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en al menos 45% para 2030, pues de lo contrario, solamente cavaremos “nuestra propia tumba”.
“Es el momento de decir basta. Basta de brutalizar la biodiversidad, basta de matarnos a nosotros mismos con carbono, de tratar a la naturaleza como una letrina (…) y de cavar nuestra propia tumba”, dijo Guterres durante la ceremonia de inauguración de la cumbre de líderes de la COP26 en la ciudad de Glasgow.
Guterres agregó que la cumbre climática debe servir para “mantener vivo el objetivo de 1.5 grados” y “recortar las emisiones un 45% para 2030”.
Llamó a acabar con “nuestra adicción a los combustibles fósiles, que está llevando a la humanidad al límite”, y subrayó que los recientes anuncios climáticos pueden dar la impresión de que estamos dándole la vuelta, pero esto es una ilusión, ya que, añadió, el planeta se dirige hacia un aumento de las temperaturas de 2.7 centígrados a final del siglo.
“Aunque las recientes promesas sean reales y creíbles, y hay serias dudas sobre algunas de ellas, estamos aún acercándonos a una catástrofe. En el mejor escenario, las temperaturas subirán por encima de los dos grados.
“Por eso, más allá de los mecanismos establecidos en el Acuerdo de París, hoy anuncio que estableceré un grupo de expertos para proponer estándares claros para medir y analizar los compromisos de emisiones cero de actores no estatales”, dijo.
El primer ministro de Reino Unido no se quedó atrás y también lanzó una advertencia. Aseveró que la indignación mundial será “incontenible” si los líderes reunidos en Escocia se limitan a hablar y no actúan.
“Todas esas promesas no serán más que bla, bla, bla (…) La ira y la impaciencia del mundo serán incontenibles a menos que hagamos de esta COP26 en Glasgow el momento en que abordamos en serio el cambio climático”.
Agregó: “Si fracasamos, nuestros hijos no nos perdonarán. Nos juzgarán con amargura, y tendrán razón”. El premier aludió a la figura de James Bond. “Estamos casi en la misma posición que Bond, excepto que la tragedia es que esto no es una película y la cuenta atrás para el día del fin del mundo es real y el reloj está corriendo”, advirtió.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió que la cumbre del clima sea “el punto de partida de una década de ambición e innovación” para combatir la “amenaza existencial” del cambio climático.
“Esta es la década que determinará las próximas generaciones. Es la década decisiva en la que tenemos la oportunidad de demostrarnos que podemos mantener el objetivo de [limitar el calentamiento a] 1.5 grados”, dijo en su intervención.
El primer ministro de India, Narendra Modi, se comprometió a que su país alcance el nivel de cero emisiones netas de carbono en 2070, dos décadas después de lo que pide la ONU.
Esta es la primera ocasión en la que India, un país con cerca de mil 400 millones de habitantes, se marca un plazo para la neutralidad de carbono, aunque su meta se sitúa 20 años por detrás del objetivo general de la cumbre, que apuesta por avanzar la reducción a 2050. China se comprometió en días pasados a hacer lo propio, para 2060.
En tanto, un centenar de países, entre ellos Colombia, Indonesia, Noruega, Australia, Brasil, China, Costa Rica, los miembros de la Unión Europea, Ecuador, Honduras, Guatemala, Perú, Rusia, Turquía, Uruguay, Estados Unidos y Reino Unido, que representan 85% de los bosques del planeta, se comprometieron a “detener y revertir la deforestación y la degradación de la Tierra” para 2030.