Kiev.- Alemania dijo el viernes que Ucrania puede utilizar las armas que le suministra contra los ataques lanzados desde posiciones situadas al otro lado de la frontera con Rusia. Este importante avance se produce un día después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio luz verde a Kiev para contraatacar con armas estadounidenses a activos militares de Moscú que amenacen la segunda mayor ciudad del país.
El gobierno alemán explicó en un comunicado que, en las últimas semanas, Rusia ha preparado, coordinado y llevado a cabo ataques sobre la región nororiental de Járkiv especialmente desde zonas situadas justo al otro lado de la frontera.
“Juntos, estamos convencidos de que Ucrania tiene derecho, en virtud del derecho internacional, a defenderse de estos ataques”, indicó la nota.
“Para ello, también puede utilizar las armas entregadas para tal fin en conformidad con sus compromisos jurídicos internacionales, incluyendo las suministradas por nosotros”, añadió sin ofrecer más detalles sobre lo que Berlín calificó de acuerdos confidenciales con Kiev.
La ofensiva rusa de este mes en la provincia de Járkiv, que incluyó un bombardeo aéreo sobre una gran almacén de materiales de construcción que mató a 18 personas el 25 de mayo, ha obligado a evacuar a miles de personas y ha puesto a prueba a las mermadas fuerzas ucranianas en lo que está resultando ser una fase crítica de la guerra, que está ya en su tercer año. Esto parece haber motivado el cambio de política de los aliados occidentales.
El ejército del Kremlin, que es más numeroso y está mejor equipado, se está aprovechando de la escasez de tropas y munición de su rival tras la larga demora en la llegada de ayuda estadounidense. La inadecuada producción militar de Europa Occidental también ha ralentizado la crucial entrega de ayuda militar al país.
La decisión de Biden permite que se empleen armas suministradas por Washington para “contraataques en la región de Járkiv para que Ucrania pueda contraatacar a las fuerzas rusas que la atacan o se preparan para atacarla”, dijo un funcionario del gobierno estadounidense a The Associated Press.
Pero el funcionario, que pidió hablar bajo condición de anonimato para abordar el delicado tema, destacó que política de la Casa Blanca que pide a Ucrania que no utilice misiles ATACMS o de largo alcance y otras municiones para atacar a su rival en suelo ruso no ha cambiado.
El anuncio alemán se produjo horas después de que misiles balísticos rusos alcanzaron por la noche un edificio de apartamentos en Járkiv y mataron a al menos cuatro personas.
Rusia disparó cinco misiles balísticos S-300/S-400 sobre Járkiv durante la noche, de acuerdo con la Fuerza Aérea ucraniana. Uno impactó en un edificio de residencial cerca de la medianoche y, 25 minutos más tarde, otro alcanzó a los equipos de emergencia, indicó el gobernador de la región, Oleh Syniehubov. Al menos 25 personas resultaron heridas, dijo.
Las autoridades ucranianas ya habían acusado antes a Moscú de atacar a rescatistas al golpear un mismo edificio con dos misiles casi consecutivos. La táctica, conocida como “doble golpe” en argot militar, ya fue empleada por Rusia en la guerra civil en Siria.
Además de en Járkiv, las fuerzas del Kremlin están presionando en Donetsk, una provincia más al sur, y están reuniendo una fuerza para un posible ataque sobre Sumy, más al norte, según las autoridades ucranianas.
Hasta ahora, las restricciones al uso del armamento occidental han frustrado a las autoridades ucranianas ya que su ejército no ha podido ordenar ataques contra la concentración de efectivos rusos al otro lado de la frontera — la ciudad de Járkiv está a apenas 20 kilómetros (12 millas) de Rusia — o las bases rusas desde las que se lanzan los misiles.
La cuestión del uso de armamento occidental en territorio ruso ha sido un asunto delicado desde que Moscú lanzó su invasión a gran escala el 24 de febrero de 2022.
Los líderes occidentales eran reacios a dar el paso porque podría suponer una provocación al presidente ruso, Vladímir Putin, quien ha advertido repetidamente que la implicación directa de Occidente podría acercar al mundo a un conflicto nuclear.
mcc