Al menos 20 personas murieron en una ciudad del centro de Ucrania este jueves, en un ataque calificado de “acto abierto de terrorismo” por el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky.

Estos ataques, en una zona del país que hasta ahora estaba relativamente a salvo de los combates, tuvieron lugar mientras en La Haya se lleva a cabo un encuentro sobre crímenes cometidos en Ucrania.

En una intervención a distancia en esta reunión, organizada por la Corte Penal Internacional (CPI), la Comisión Europea y Países Bajos, Zelenski reclamó la creación de un “tribunal especial” para juzgar “los crímenes de la agresión de Rusia contra Ucrania”.

En Vinnytsia, las imágenes publicadas por los socorristas mostraban autos calcinados junto a un edificio de unos diez pisos quemado y destruido por la explosión.

Según el ejército ucraniano, “tres misiles” alcanzaron el estacionamiento junto a este inmueble comercial del centro de la ciudad, que alberga oficinas y pequeños comercios.

Los proyectiles fueron lanzados desde submarinos en el mar Negro, precisó el portavoz del ejército del aire ucraniano, Yuri Ignat.

“Cada día, Rusia mata a civiles, mata a niños ucranianos, lanza misiles contra blancos civiles donde no hay nada militar. ¿Qué es esto sino un acto abierto de terrorismo?”, denunció en Telegram el mandatario ucraniano.

Ante la conferencia de La Haya, a la que participaban los ministros de Relaciones Exteriores y de Justicia de la UE, Zelenski afirmó que “en este minuto, 20 personas murieron, tres de ellas niños. Y muchas, muchas resultaron heridas”.

El jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kouleba, presente en el encuentro, denunció de nuevo “un crimen de guerra ruso”.

Por su parte, la jefa de la redacción del grupo mediático estatal Russia Segodnya, Margarita Simonian, afirmó en Telegram que el ejército ruso le había comunicado que había atacado “la casa de los oficiales, donde se habían desplegado nacionalistas”.

El blanco

En el terreno, Moscú ha centrado en las últimas semanas su estrategia en el sur y el este del país.

En el sur, la ciudad de Mikolaiv, cerca de Odesa (el puerto más grande de Ucrania), fue blanco de un bombardeo “masivo” el jueves por la mañana.

“Dos escuelas, infraestructuras de transporte y un hotel quedaron dañados”, dijo la presidencia en su informe diario.

La estructura interna de un edificio destrozado por los bombardeos quedó visible, según imágenes difundidas por las autoridades locales. Trabajadores municipales limpiaban la zona de los escombros.

En el este, en la cuenca minera del Donbás, parcialmente bajo control de separatistas prorrusos desde 2014, las fuerzas prorrusas dijeron que estaban cerca de su próximo objetivo.

“Siversk está bajo nuestro control operacional, lo que significa que el enemigo puede ser alcanzado por nuestro fuego en toda el área”, afirmó un responsable rebelde prorruso, Daniil Bezsonov, citado por la agencia de noticias rusa TASS.

Según Serguéi Gaidai, gobernador de la región de Lugansk (que junto a la de Donetsk forma el Donbás), “los ataques masivos de la artillería y de mortero prosiguen (y) los rusos intentan avanzar hacia Siversk y abrir la vía hacia Bajmut”, donde un civil murió en los bombardeos de la madrugada del jueves.

Por el momento, la AFP no pudo verificar de forma independiente esta información.

Más al norte, en la región de Izyum, una zona de trincheras bajo control ucraniano, un soldado apodado Moryak se apresuraba a reforzar las defensas.

“Nos escondemos cuando disparan, y excavamos cuando está tranquilo”, dijo a la AFP este militar de 25 años.

A su lado, otro combatiente cree que es imposible que Ucrania y Rusia lleguen a un alto el fuego. ¿Cuál es su objetivo? “La victoria total”, respondió.

Pese a que se han intentado varias rondas de negociaciones para poner fin al conflicto, Ucrania y Rusia nunca lo han conseguido. Pero ahora parece que las conversaciones entre ambas delegaciones sobre la exportación del grano ucraniano avanzan.

El miércoles tuvo lugar en Estambul un encuentro sobre esta espinosa cuestión entre ambos bandos, junto a representantes de Turquía y la ONU. Y volverán a reunirse la semana que viene.

“El triunfo de esta historia no sólo es necesario para nuestro país, sino también –sin exagerar– para el mundo entero”, dijo Zelenski el miércoles por la noche tras las negociaciones.

Ucrania es uno de los mayores exportadores mundiales de trigo y otros cereales. Unos 20 millones de toneladas de grano están actualmente bloqueados en los puertos de la región de Odesa por la presencia de buques de guerra rusos y de minas, colocadas por Kiev, para defender su costa.

La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, afirmó el jueves que la guerra en Ucrania es el “desafío más grande” de la economía mundial, en unas declaraciones la víspera de una reunión en Indonesia de los ministros de Finanzas del G20.

agv

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