La costa central del condado de Monterey, en el estado de California, está bajo alerta luego de que el dique del río Pájaro sufriera una ruptura que derivó en la reciente inundación, en medio de un fuerte sistema atmosférico que azota a la zona.
Funcionarios locales detallaron que se trata de una rajadura de unos 30.5 metros de ancho.
La situación se torna cada vez más delicada; este sábado los cerca de 8.500 residentes de una comunidad agrícola al norte del estado fueron obligados a abandonar sus casas y la alerta en la zona persiste.
En tanto, durante la tarde del viernes, varios equipos fueron puerta por puerta para instar a los habitantes a que se marcharan previo a la llegada de las lluvias pero, en muchos casos, la sugerencia fue desestimada. Videos difundidos horas más tarde mostraron a rescatistas asistiendo a estas personas a evacuar sus casas y vehículos antes de quedar atrapados por las fuertes mareas.
Según precisó la Guardia Nacional de California, durante la última noche, se rescató a unas 50 personas en Pájaro y ya se reportaron dos muertos.
“Esperábamos evitar y prevenir esta situación pero el peor de los casos llegó con el desbordamiento del río Pájaro y la ruptura del dique alrededor de la medianoche”, escribió en su perfil de Twitter Luis Alejo, presidente de la Junta de Supervisores del condado de Monterrey y agregó que los daños de esta “masiva” inundación tardarán meses en repararase.
Las impresionantes imágenes no tardaron en inundar las redes sociales. Los videos muestran las fuertes corrientes en diversos puntos del condado, que no ceden y destruyen a su paso los hogares. Junto con Pájaro, otras zonas seriamente afectadas por las fuertes precipitaciones fueron Tulare y Kern.
Ante la magnitud de los hechos, el presidente Joe Biden aprobó este viernes una declaración de emergencia que despeja el camino para agilizar la ayuda federal hacia el estado. Por su parte, el gobernador Gavin Newsom aseguró que California está “desplegando todas las herramientas que dispone para proteger a las comunidades de las implacables y mortales tormentas que azotan nuestro estado”.
La tormenta de esta semana fue el décimo río atmosférico que azotó a la región este invierno, con tormentas que trajeron enormes cantidades de lluvia y nieve al estado. Si bien inicialmente fueron beneficiosas ya que ayudaron a disminuir las condiciones de sequía que ya llevaban tres años, ahora los embalses estatales están muy por encima del nivel promedio que suelen tener en esta época del año.
Esto llevó a los funcionarios estatales a liberar agua de las represas para ayudar a controlar las inundaciones y dejar espacio en caso de que se presentaran más lluvias pero jamás pensaron toparse con la ruptura.
Si bien venían trabajando sobre el dique con la esperanza de apuntalarlo, fueron sorprendidos con el quiebre de la grieta de esta madrugada. Enseguida, varias cuadrillas comenzaron con las tareas de reparación pero esto no evitó el desastre.
Esta no fue, sin embargo, la primera vez que uno de los diques del Río se rompió. En 1995 ocurrió un episodio similar que dejó a 1.011 hectáreas de tierras de cultivo sumergidas bajo el agua, dos muertos y daños por aproximadamente 100 millones de dólares.
Ante esto, los legisladores aprobaron una ley en 2022 que dispuso un aumento de fondos estatales para la construcción de un dique en 2024.
El senador John Laird, promotor de la ley, comentó que si bien ya se dispone de todo el dinero necesario, las lluvias de este año han sido inoportunas. “Es trágico, estábamos tan cerca de conseguirlo antes de las tormentas”, se lamentó.