El carguero Dali zarpó de Baltimore hacia Virginia el lunes, casi tres meses después de estrellarse contra una de las columnas del puente Francis Scott Key y causar su colapso.
El buque, de 300 metros de eslora, empezó a moverse poco antes de las 8:30 de la mañana con cuatro remolcadores.
El Dali navegaba por sus propios medios con una tripulación completa de 22 personas y seis expertos en salvamento, según informó la Guardia Costera estadounidense en un comunicado de prensa.
Los guardacostas están supervisando el viaje y han establecido una zona de seguridad de 500 yardas alrededor del Dali durante su travesía.
Se dirige a Norfolk, Virginia, para retirar los contenedores restantes y realizar reparaciones adicionales.
Se espera que el viaje a Norfolk dure entre 16 y 20 horas.
El colapso en Baltimore
Poco después de abandonar el puerto de Baltimore a primera hora del 26 de marzo, el buque perdió potencia y propulsión y chocó contra una de las columnas de soporte del puente, lo que provocó la muerte de seis trabajadores de la construcción, incluyendo dos mexicanos.
El 20 de mayo, el Dali fue reflotado y guiado de vuelta a puerto. El buque llevaba casi dos meses atrapado entre los restos del naufragio, con un enorme armazón de acero atravesando su dañada proa.
Una investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte descubrió que el barco sufrió dos cortes de electricidad en las horas previas a su salida del puerto de Baltimore. En los momentos previos al derrumbe del puente, volvió a quedarse sin electricidad y se desvió de su rumbo. La agencia sigue investigando qué causó los fallos eléctricos.
El FBI también abrió una investigación criminal.
La semana pasada, en virtud de un acuerdo confirmado por un juez federal, se permitió a algunos miembros de la tripulación del Dali regresar a casa. De los 10 a los que se permitió marcharse, ocho ya lo han hecho, dijo Darrell Wilson, portavoz del gestor del buque, Synergy Marine. Las aproximadamente dos docenas de marinos proceden de India y Sri Lanka.
Según el acuerdo, los miembros de la tripulación que regresen a casa deberán estar disponibles para declarar.
Miles de estibadores, camioneros y propietarios de pequeñas empresas han visto afectados sus puestos de trabajo por el colapso, lo que ha llevado a las autoridades locales y estatales a dar prioridad a la reapertura del puerto y el restablecimiento de su tráfico a la capacidad normal con la esperanza de aliviar los efectos económicos en cadena.
kicp