Mientras las fuerzas rusas rodeaban la capital ucraniana, ciudades como Mykolaiv y Mariupol vivían una situación humanitaria desesperada, con algunos ciudadanos peleando incluso por comida.
Los bombardeos rusos destrozaron el aeropuerto de Vasylkiv, unos 40 kilómetros al sur de Kiev, según el alcalde de esa ciudad.
Los suburbios del noroeste de la capital, como Irpin y Busha, también llevan días bajo las bombas rusas y los blindados de Moscú avanzan por el eje del noreste. El consejero de la presidencia ucraniana, Mikhailo Podolyak, afirmó que Kiev “está sitiada” y que las tropas rusas centran también sus esfuerzos en Mariupol y en varias localidades del centro del país.
Los servicios ucranianos indicaron este sábado que siete personas, entre ellas un niño, murieron el viernes en un ataque ruso, cuando estaban siendo evacuadas del pueblo de Peremoga, cerca de Kiev. “Los ocupantes abrieron fuego contra un grupo de civiles, compuesto exclusivamente por mujeres y niños”, dijo la inteligencia ucraniana en Facebook.
“Después del bombardeo, los ocupantes obligaron a la columna a regresar a la aldea de Pobeda y les impidieron salir de allí. En estos momentos es prácticamente imposible establecer contacto con ellos y proporcionarles asistencia médica y humanitaria”, señaló el servicio de inteligencia.
En Mariupol, el puerto estratégico del mar de Azov que lleva 12 días cercado, los habitantes están desconectados del resto del mundo y privados de agua, gas y electricidad. Es una situación “casi desesperada”, advirtió Médicos Sin Fronteras (MSF), dos días después de que un representante del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) señalara peleas para conseguir alimentos. “Las tropas rusas no han dejado entrar nuestra ayuda a la ciudad”, afirmó el presidente ucraniano Volodimir Zelensky.
“Mariupol asediada es actualmente la peor catástrofe humanitaria del planeta. Mil 582 civiles muertos en 12 días, enterrados en fosas comunes como ésta”, dijo el jefe de la diplomacia de Ucrania, Dmytro Kuleba, en un tuit acompañado por la foto de una zanja con cadáveres.
Anastasia Erashova resultó herida durante un ataque ruso. Con sus hijos, corrieron a casa de un hermano. “Las mujeres y niños fueron al sótano y un autobús impactó en el edificio. Estábamos atrapados bajo tierra y dos chicos murieron. Nadie pudo salvarlos”, dijo entre sollozos. “No sé a dónde correr. ¿Quién nos devolverá nuestros hijos? ¿Quién?”, reclamó abrazada de uno de sus hijos, dormido. El otro murió, al igual que un hijo de su hermano.
Para empeorar la situación, el gobernador de Donetsk señaló que la localidad de Volnovakha, puerta de entrada a Mariupol, estaría ya en manos rusas.
Zelensky lanzó un nuevo clamor por ayuda: “Sigo reiterando a nuestros aliados y amigos en el extranjero, tienen que hacer más por nuestro país, por los ucranianos. Porque no es sólo por Ucrania, es por toda Europa. El mal que ataca a propósito ciudades pacíficas y furgonetas de ambulancias y explota hospitales no se detendrá con un sólo país, si tiene la fuerza para seguir adelante”. El mandatario dijo que los corredores humanitarios han estado “funcionando” y este sábado fueron evacuadas 12 mil 729 personas.
Amenaza a convoyes de ayuda militar
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprobó una nueva ayuda por 200 millones de dólares en equipo militar para Ucrania. El gobierno británico ha entregado más de 3 mil 600 sistemas antitanque NLAW a las fuerzas ucranianas.
El presidente ruso Vladimir Putin amenazó con atacar las entregas de armas occidentales a Ucrania. En una entrevista con el canal de televisión Perviy Kanal, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, dijo haber “advertido a Estados Unidos” que estos “convoyes” se estaban convirtiendo en “objetivos legítimos”.
Se quedan
Al menos unos 30 mexicanos decidieron que se quedarán en Ucrania.
La embajadora de México en Ucrania, Olga García Guillén, dijo que una treintena de paisanos se quedarán en suelo ucraniano o en los países fronterizos, a la espera de que mejoren las cosas.
Se espera que para el segundo vuelo de la Fuerza Aérea Mexicana, que fue enviado a Rumania y que retornará el próximo martes a territorio nacional, viajen al menos 60 personas (familias mixtas) que huyeron de la guerra hacia nuestro país.
El segundo vuelo del avión mexicano que salió con rumbo a Rumania para repatriar a otro grupo de mexicanos que están saliendo de Ucrania aterrizó ayer en Bucarest. Llevó, además, 1.5 toneladas de ayuda humanitaria, conformada por medicamentos, colchonetas, colchas y otros enseres. En el primer vuelo regresaron 81 personas.
Se contempla la posibilidad de que se apoye a ciudadanos de países de América Latina, para que puedan ser repatriados.