Al llevarse a cabo la tercera actividad de la Jornada Nacional de Oración por la Paz, religiosos, obispos y arzobispos oraron por todos los gobernantes y por la conversión de los criminales o victimarios para “mover sus corazones”.

En La Paz, Baja California Sur, el obispo Miguel Ángel Alba Díaz también hizo un llamado a pedir por las autoridades “ignorantes, ineptas e ineficaces” para garantizar seguridad y justicia.

En su mensaje, al concluir las jornadas, el obispo precisó que desearía que quienes integran bandas criminales, muchos de ellos, “muchachitos”, dijo, regresaran como “la oveja negra perdida que se deja encontrar por el pastor”, y acusó que las autoridades de todos los niveles en el país les han fallado al no procurar justicia social y orillar a muchas juventudes a integrarse a las filas del crimen organizado.

“Quisiéramos rezar también por nuestras autoridades, a veces ignorantes e ineptas, que no saben hacer las cosas, que cometen muchos errores, no porque sean malos, sino porque son ignorantes, ineficientes, ineficaces.

“Buenos para hablar, tienen muy buen discurso, pueden tenernos todos los días con la boca abierta y riéndonos, pero ineptos para gobernar. Ni en salud ni en seguridad ni en educación ni en economía ni en acabar con la corrupción ni desigualdad ni nada. Ineptos. Supieron cómo ganarse a un pueblo, pero no supieron cómo gobernarlo”, enfatizó.

También acusó que autoridades han sido “omisas e irresponsables” y se ocupan e interesan más en los asuntos de sus partidos que en los problemas de generaciones futuras.

“Los vemos riéndose en los cierres de campaña en todos los estados, en Colima, Nayarit, Michoacán, Guerrero, pero hacia adentro no hay medicinas, hay recortes, que la austeridad republicana, pero para ellos sí hay recursos y para toda la corte de lambiscones que los acompañan”, aseveró.

Alba Díaz insistió en calificar a autoridades como “corruptas”, incluso aliadas con bandas criminales, a quienes podrían deberle su cargo.

“En cuántos estados se habla de narcoelecciones y narcogobiernos, en cuántas partes de nuestro pueblo. Recemos por nuestras autoridades como Jesús lo pidió y el apostol Juan Pablo lo exige. Recen por las autoridades para que nuestra vida transcurra en paz y seguridad, para que vuelvan sus ojos hacia la gente, que sean conscientes de que fueron puestos no para servirse, sino para servir; que Dios les dé la sabiduría que no tienen, que les dé el amor que falta en sus corazones, que los purifique de esa corrupción que los invade”, dijo.

En la catedral de Xalapa, Veracruz, el arzobispo primado de México, el cardenal Carlos Aguiar Retes, lamentó que se vivan tiempos de conflictos, odios, violencias, venganzas y desunión.

Recordó que San Pablo pide dar muerte a todo lo malo que hay en el ser humano, como la fornicación, impureza, pasiones desordenadas, no porque las pasiones sean malas, sino porque se debe tener pasión por el reino de Dios.

“Por eso hoy día, en nuestro tiempo, vemos tanto conflicto, violencia, falta de respeto a la dignidad de la persona humana en todas partes, porque la familia está herida, porque los matrimonios se hacen como ‘a ver si nos va bien, a ver si nos entendemos’, pero cuando cada quien está mirando para él o ella misma, ahí empieza a destruirse”, recalcó.

En Cuernavaca, Morelos, durante la homilía por la conversión de los victimarios, el obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, afirmó que todo el mal que causan y el dolor a miles de familias para tener dinero fácil, los puede matar el día de mañana.

El también secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió al crimen organizado redimirse porque han causado mucho daño a las familias “para tener dinero fácil”.

“Cuántas veces viven una horrenda soledad, sin poder estar con su familia… siempre huyendo y sólo se identifican con su riqueza, pero en el fondo esos hermanos del narcotráfico, aunque no estén en la cárcel, ya son prisioneros de estos bienes y difícilmente tienen futuro”, dijo el obispo.

Posteriormente, durante la peregrinación juvenil Pasos por la Paz, Castro Castro hizo un llamado a los jóvenes que se dejan llevar por el dinero fácil y les recordó que, los que entran al círculo del crimen organizado, ya no salen.

“Yo les suplicaría que no se dejen tocar por esa tentación del dinero fácil, van a echar a perder su vida y la de su familia y van a ocasionar dolor en otras familias”, expresó.

En Sinaloa, en su mensaje dominical en la catedral, el obispo de la Diócesis de Culiacán, monseñor Jonás Guerrero Corona, convocó a los feligreses a orar por todos los que hacen el mal y experimentan la violencia, para lograr su transformación.

El obispo de Matamoros, Tamaulipas, Eugenio Lira, llamó a los feligreses a no poner su seguridad en cosas que tarde o temprano se terminan.

En tanto, el obispo de Saltillo, Coahuila, Hilario González García, pidió por la conversión de quienes han procurado la violencia y recordó que “nuestra vida no depende de los bienes de este mundo”.

El arzobispo de León, Guanajuato, Alfonso Cortés Contreras, expuso que no se debe hacer al dinero dios, y pidió por los políticos, “para que rechacen el mal uso del poder y la corrupción”; y el arzobispo de Hermosillo, Sonora, Ruy Rendón Leal, recordó que todos somos miembros de un mismo pueblo.

El padre Ricardo Valenzuela Pérez, sacristán de la Catedral Metropolitana, pidió orar por los gobernadores, los legisladores, los victimarios y por todos los hombres de buena voluntad.

“Les pedimos orar por el licenciado Andrés Manuel López Obrador; la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y los alcaldes de la capital, principales responsables del orden y la tranquilidad de todos los ciudadanos para que rechacen el mal uso del poder, la corrupción, la falta de respeto a las leyes y la indiferencia”, dijo.

El rector de la Catedral Metropolitana también pidió orar por disipar la violencia en el país, por los que sufren, gobernadores y victimarios, para que tengan conversión.

También pidieron por quienes ejercen el Poder Legislativo en el país, diputados y senadores, para que junto con el Poder Ejecutivo trabajen por una sana política y que actúen desde la paridad social, con visión capaz de reformar las instituciones, coordinarlas y dotarlas de mejores prácticas que permitan superar presiones e inercias viciosas y ayuden a pensar el bien común.

En la Basílica de Guadalupe, monseñor Héctor Mario Pérez Villarreal, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, pidió por las y los diputados y senadores, “para que junto con el Poder Ejecutivo trabajen por una sana política que actúe desde la caridad social, con visión amplia, capaz de reformar las instituciones”, así como por todos los religiosos de México, “para que anuncien con valentía que el amor al prójimo es realista, y este no desperdicia nada que sea necesario para una transformación de la historia que beneficie a los más vulnerables”.

De igual forma, se hicieron votos por la conversión de los victimarios, “para que busquen el sentido de la fe, y sean conscientes de no causar tanto dolor y muerte”, y recapaciten en sus actos, “de tal modo que busquen la virtud, que les haga entender que sus prójimos no deben padecer la miseria de dolor y de pobreza”.

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