Washington, DC.— El super PAC de Elon Musk gastó unos 200 millones de dólares para ayudar a que Donald Trump fuera elegido, según una persona al tanto de los gastos de ese comité de acción política, financiando una iniciativa que estableció un nuevo estándar sobre cómo los multimillonarios pueden influir en las elecciones de Estados Unidos.
El multimillonario que dirige las empresas Tesla y SpaceX proporcionó la gran mayoría del dinero al comité America PAC (siglas en inglés de comité de acción política), que se centró en votantes que no suelen acudir a las urnas y electores primerizos, según la persona, que no estaba autorizada a divulgar la cifra públicamente y habló a condición de guardar el anonimato.
El trabajo de America PAC fue auxiliado por una decisión de la Comisión Federal Electoral (FEC, por sus siglas en inglés) en marzo que allanó el camino para que los super PAC coordinen sus empeños de proselitismo con las campañas, permitiéndole a la de Trump depender del dinero casi ilimitado del multimillonario de mayor visibilidad en la nación para aumentar la participación electoral en partes profundamente republicanas del país. Eso le permitió al equipo de campaña gastar en diversos rubros el dinero que ahorró, desde campañas publicitarias a nivel nacional hasta el acercarse a poblaciones en las que solían predominar los demócratas.
El plan funcionó para ambas partes. Trump vio aumentos clave en la participación en estados muy disputados, y al final de la campaña el presidente electo le dio crédito al papel que desempeñó Musk en la contienda. “Tenemos una nueva estrella”, declaró Trump en su fiesta de la noche electoral en Florida. “Ha nacido una estrella: ¡Elon!”.
“La decisión de la FEC despejó el camino para que obtuviéramos más beneficio de empresas de dinero blando (las contribuciones efectuadas fuera de los límites de la ley federal) que de todos modos estaban saliendo y haciendo este trabajo”, dijo James Blair, director político de la campaña de Trump.
Blair fue el principal puente entre la operación de Trump y grupos como America PAC, algo muy distinto en comparación con los primeros días de los super PAC, que tenían que decidir su estrategia sin comunicarse oficialmente con las campañas que respaldaban.
“Al conservar los fondos propios, pudimos ir más lejos y profundizar en los programas pagados para hacer contacto con votantes y campañas publicitarias”, agregó Blair. Eso, agregó, incluyó campañas publicitarias amplias dirigidas a una audiencia nacional, al igual que —algo crucial— campañas más dirigidas a aumentar la participación entre hombres negros y latinos, dos sectores en los que Trump obtuvo grandes avances en 2024.
No fue sólo el dinero de Musk lo que ayudó a Trump. Musk se convirtió en uno de los representantes de más alto perfil de Trump en los últimos meses de la campaña, a menudo acompañando al expresidente en el escenario. Su apoyo le dio a Trump una clara entrada al universo de hombres jóvenes que admiran a Musk.
Trump también se benefició del hecho de que Musk sea propietario de X, la red social que solía llamarse Twitter, y del trabajo de esa compañía para poner fin a muchas de las reglas que obstaculizaron a Trump antes de que fuese expulsado de la plataforma en 2021. Al igual que muchos conservadores, Musk es un duro crítico de los empeños de las redes sociales para combatir la desinformación, bajo el argumento de que esas iniciativas equivalen a censura favorable al gobierno.
Ahora se prevé que Musk desempeñe un papel clave en un segundo gobierno de Trump. El presidente electo ha dicho que pondrá a Musk —cuya compañía de cohetes trabaja con el Departamento de Defensa y las agencias de inteligencia— a cargo de una nueva comisión de eficiencia gubernamental.
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