La historia de su ascenso fue espectacular. En las dos primeras semanas que Netflix llegó a México obtuvo más de 400 mil suscriptores y siete años después, en 2018, tenía 80% de preferencia entre los consumidores de streaming en México, lo que lo hizo uno de los territorios con más suscriptores en el mundo.
En 2012 Ted Sarandos, codirector de Netflix, apuntaba que el éxito de la empresa se debía a algunas características básicas.
Algunas eran su precio accesible (99 pesos en su lanzamiento), contenido basto con más de mil horas de entretenimiento (hasta ese año) y cero anuncios comerciales.
“Buscamos más cintas en nuestro servicio y entender cada vez más a nuestro consumidor final”, explicó Sarandos en su momento.
Ahora varias de estas premisas están cambiando.
Este año la compañía pasa por una reestructura que le está costando suscriptores, por lo que busca implementar nuevas estrategias.
Las alarmas y focos rojos se encendieron la semana pasada al registrar una pérdida de 200 mil suscriptores en los primeros tres meses de este año y aunque parece una cifra menor para los más de 200 millones de suscriptores que poseen, de acuerdo con especialistas, la expectativa era de crecimiento.
Uno de los factores es la llegada de otros servicios streamings que abonaron suscriptores (al menos ocho plataformas de pago ofertan hoy su catálogo), haciendo la competencia más férrea y que el rey del streaming viera reducida su rebanada del pastel en el mundo del entretenimiento online.
Así, la participación de Netflix en la visualización de servicios OTT (contenido de transmisión libre o streaming) por suscripción entre adultos se reducirá de 40.6 % en 2021 a 38.9 % o menos en 2022, de acuerdo con estimaciones de empresas especializadas en este tipo de mediciones como eMarketer.
“En 2020, Netflix creció aceleradamente, ya que millones de personas nos aislamos por la pandemia, pero ahora que muchos han regresado de manera presencial a sus trabajos o a sus actividades, ha venido esta caída”, comentó el especialista en tecnología Luis G y G.
Esta pérdida también hizo que las acciones de la compañía se desplomaran 25%, dejando una preocupación de que esto sólo sea el inicio de una debacle, pues proyectan una pérdida de otros 2 millones de suscriptores entre abril y junio.
A este complejo panorama se suma que en los recientes meses la plataforma ha implementado a manera de prueba diversas estrategias, como no permitir el intercambio de cuentas y la introducción de una versión de su servicio a menor precio, pero con publicidad.
“La empresa está en un constante prueba y error; hace unos ocho años Reed Hastings decía que no permitirían que su contenido se pudiera descargar y años después lo permitieron, luego está lo del servicio con publicidad al que también se habían negado porque una de sus características o por lo que se distinguía y se enorgullece era por tener el contenido cuando uno quiera sin anuncios y poder verlo todo en un mismo momento y ya vimos que algunos contenido se lanzan semanalmente y ahora esta prueba neta que quieren hacer con publicidad. Están intentando que siga captando suscriptores y se están adaptando a los tiempos y también a la competencia”.