Moscú.— El presidente ruso, Vladimir Putin, seguirá en el Kremlin al menos hasta 2030 tras lograr este domingo su mayor victoria electoral desde que llegó al poder, mandato que le permitirá continuar la campaña militar en Ucrania, así como su actual pulso con Occidente, que denunció la falta de condiciones para la votación rusa.
Putin, de 71 años, recibió 87.2% de los votos, 10 puntos más que en 2018 (76.5), durante los tres días de votación en las octavas elecciones presidenciales de la historia de Rusia desde 1991, según un sondeo del instituto oficial Vtsiom. Según la comisión electoral rusa, Putin obtuvo 87.97% de los votos.
Más de 98 millones de rusos, de un total de 112 millones que fueron llamados a las urnas, votaron a favor de la reelección para un quinto mandato del actual presidente, que llegó al Kremlin en 1999 tras recibir el poder de Boris Yeltsin.
Tras el escrutinio de más de 68% de los votos, la victoria de Putin parecía inapelable, aunque se vio beneficiado por el incremento del número de votantes, ya que 4.5 millones de electores procedían de las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.
El segundo candidato más votado fue el comunista Nikolái Jaritónov, con 4.17% de los votos, seguido por el representante del partido Gente Nueva, Vladislav Davankov, con 4.07%. El último en discordia es el ultranacionalista Leonid Slutski, que suma 3.15%. Los tres candidatos reconocieron la victoria de putin con cerca de 88% de los votos. Los tres felicitaron a Putin.
La oposición al Kremlin no pudo concurrir en los comicios, ya que la CEC no registró a sus candidatos por diferentes motivos técnicos o defectos de forma y por apoyar la paz en Ucrania, una opción inadmisible para el régimen. La CEC, que no invitó a observadores occidentales, negó que se produjeran graves irregularidades, aunque expertos independientes y la prensa en el exilio denunciaron casos de fraude.
En Moscú y San Petersburgo votó más de dos tercios del electorado y Putin recibió entre 80% y 90% de los sufragios. Mientras, en las zonas ocupadas en Ucrania entre 88% y 95% de los votantes optaron por él, con una participación por encima de 80%, pese a los combates. En Crimea, que celebra el lunes 10 años de la anexión rusa, votaron 81% de los censados, de los que más de 90% lo respaldaron. Incluso en las prisiones moscovitas Putin logró más de 82% de los votos.
“Quiero agradecer antes que todo a los ciudadanos, somos todos un solo y mismo equipo, a todos los ciudadanos de Rusia que acudieron a las urnas y votaron”, declaró Putin ante su equipo de campaña en una aparición en televisión estatal.
Añadió que Rusia no se dejará “intimidar” ni “aplastar”. “Jamás nadie ha logrado hacer algo así en la historia. Eso no ha funcionado hoy y no funcionará en el futuro. Nunca”. Y denunció que soldados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ya combaten en Ucrania, sin dar más detalles
Por primera vez, se refirió al líder opositor Alexei Navalny, muerto en prisión. Confirmó que había autorizado canjearlo por un checheno, pero que “lamentablemente pasó lo que pasó”. La viuda de Navalny, Yulia Navalnaya, acusa a Putin de asesinar a su esposo y Estados Unidos dijo que el mandatario es “responsable” de lo ocurrido al disdente. Navalnaya, junto con otros líderes opositores, llamaron a protestar este domingo y a expresar su rechazo a Putin en las urnas. Algunos tacharon la boleta; otros escribieron el nombre de Navalny. Pero al final del día, Putin se impuso.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, dijo que Putin está “ebrio de poder” y no se detendrá ante nada para gobernar eternamente, incluido cometer crímenes en Ucrania, por lo que exigió que el mandatario acabe en el banquillo de la Corte Penal Internacional (CPI). “Esta imitación de elecciones no tiene legitimidad”, afirmó. El ministro de Exteriores del Reino Unido, David Cameron, lamentó la falta de elecciones “libres y equitativas”. Alemania hizo lo propio. En contraste, el gobierno de Venezuela felicitó a Putin.