Kim Jong-un, líder norcoreano, habría mandado a ejecutar a 30 funcionarios tras las devastadoras inundaciones que dejaron alrededor de cuatro mil muertos en Corea del Norte.
Entre 20 y 30 funcionarios del gobierno regional fueron fusilados el mes pasado por su rol en la zona afectada, según informó TV Chosun, medio surcoreano que citó a un funcionario del gobierno de Corea del Sur, no identificado.
Kim Jong habría dicho en una reunión de emergencia de su partido, que serían castigados estrictamente quienes “descuidaron gravemente” sus deberes y fueran responsables de las pérdidas humanas debido a las inundaciones.
Durante las inundaciones, Kim estuvo realizando supervisiones de las labores de rescate, pero su gobierno no informó de alguna muerte humana.
El diluvió ocasionó el daño de 4 mil 100 viviendas, afectó carreteras y enlaces ferroviarios, además de arrasar con tres mil hectáreas de tierras de cultivo en la ciudad de Sinuiju, lo que llevó al rescate de cinco mil personas.
De acuerdo con TV Chosun los daños más graves se vieron en la zona norte de Jagang, colindante con China.
Kim Jong-un visitó a afectados por las inundaciones
A mediados de agosto, Kim Jong-un visitó en Pionyang a miles de personas que habían sido evacuadas desde el norte del país a la capital debido a las inundaciones.
Unas 13 mil personas, principalmente niños, personas mayores, madres o personas con discapacidad física llegaron en tren a la ciudad procedentes de las provincias de Pyongan del Norte, Jagang y Ryanggang, informó la agencia KCNA.
En esa ocasión KCNA afirmó que Kim “salvó miles de vidas de las inundaciones que habían golpeado el noroeste del país y abrió un gigantesco plan de reformas dramáticas para la recuperación de los daños de las inundaciones”.
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