Las muertes por Covid-19 han causado una disminución en la esperanza de vida de las personas. En el caso específico de México, las cifras que notifican el porcentaje de fallecimientos entre mujeres y hombres muestran una marcada disparidad.
De acuerdo con un estudio realizado por investigadores mexicanos, de difusión científica internacional, los varones perdieron la posibilidad de vivir 3.6 años más, rango que varió, además, dependiendo de la entidad federativa, ya que los accesos a los servicios sanitarios, en las regiones de mayor depresión económica, menguan a medida de la localización de la población.
El trabajo, liderado por el demógrafo Víctor Manuel García Guerrero, integrante de El Colegio de México (COLMEX), analizó las pérdidas de vidas, producidas por la enfermedad del nuevo coronavirus, durante el 2020 (187 mil 558 decesos).
Sin embargo, el investigador, junto con su equipo de trabajo, reconoció que estas medidas podrían “ser conservadoras y representen aproximadamente la mitad del impacto real de la pandemia”, ya que desde que inició ésta -y específicamente desde el mes de abril-, la aplicación de pruebas diagnósticas PCR fue limitada.
Aunado a esto, los expertos precisaron que los casos positivos, notificados por laboratorios y hospitales privados no forman parte de las cifras oficiales.
En una entrevista, el miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) expresó que este trabajo se llevó a cabo con el objetivo de medir el impacto y severidad de la pandemia, a lo largo del territorio nacional, además de conocer la variabilidad existente entre mujeres y hombres.
“Esta investigación -basada en técnicas demográficas- da la pauta para que otras disciplinas lleven a cabo investigaciones en las que se mida la precondición genética, que produce que los hombres adolezcan, con mayor gravedad, las consecuencias del Covid-19, del mismo modo que se monitoreen los determinantes que producen riesgos por la enfermedad”, dijo.
Los resultados, publicados en “Canadian Studies in Population”, arrojaron que la población mexicana perdió alrededor de 2.5 años y 3.6 años en la esperanza de vida, en el caso de las mujeres y los hombres, respectivamente. No obstando, “esta pérdida no se produjo de manera homogénea en todo el país”, pormenorizó García Guerrero, sino que sufrió una eventual heterogeneidad.
Los estados que representaron mayores afectaciones están ubicados al Noroeste, Centro y Sudeste y, particularmente, en la Península de Yucatán.
“Por ejemplo, en el caso de la Ciudad de México se perdieron casi seis años de esperanza de vida para los hombres y cerca de cuatro de años en el caso de las mujeres”, informó el investigador, que forjó parte de sus estudios de doctorando en el Max Planck Institute.
“En cambio, entidades federativas como Guerrero, Oaxaca y Chiapas, rezagadas en el sentido de indicadores de desarrollo y mayor indices de pobreza, son las que menos afectadas han resultado”, determinó.
¿Qué es la esperanza de vida?
El Investigador y catedrático del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales (CEDUA), del COLMEX, explicó el significado de la esperanza de vida: “Es un indicador que se utiliza para conocer aspectos como el índice humano, y mide -además- el avance del bienestar y la disminución de mortalidad de los países”.
“Nos dice cuántos años espera que las personas vivan, si las condiciones de salud pertenecen estables a lo largo de su existencia”. Cuando ocurre así, detalló García Guerrero, los cambios en la esperanza de vida sufren cuotas mínimas, ya sea que ésta avance, se incrementa o se mantenga estable.
“Sin embargo, en otros contextos de guerra o contextos de epidemias nos sirve para conocer el avance que se ha tenido largo de la historia y cómo este fue colapsado por el surgimiento del Covid-19”, profundizó el doctor.
Entre los resultados más destacables del estudio se ubican la importancia de responder a cuestionamientos tales como: ¿A qué edades hay una mayor pérdida de años de vida? y ¿A qué edad alcanza su máximo?
En este sentido, los estudiosos desentrañaron que el rango de edad, entre los hombres, es mucho más disperso y amplió en comparación de lo que ocurre con las mujeres: “el patrón de edad muestra una tendencia descendente (…) que alcanza su pico entre los 60 y 70 años entre los hombres y entre los 65 y 75 años entre las mujeres”, a excepción de lo que ocurre con “Oaxaca y Chiapas, donde el pico se alcanza a edades más tempranas”, indica la investigación.
A su vez, esta esperanza de vida -ralentizada por el Covid-19- ha demostrado que junto México, Ecuador y Perú son otros países de Latinoamérica que han resultado más afectados por la enfermedad. Mientras que Chile, por sus políticas en tanto salud pública, fue el país que experimentó un impacto menor, en paridad de las otras regiones estudiadas.
¿Qué vendrá después?
Pese a que, de acuerdo con el investigador del COLMEX, cuando la esperanza de vida disminuye, al cabo de un tiempo ésta tiende a aumentar. Sin embargo, éste podría no ser el caso de nuestro país, ya que desde hace más de 15 años nos aqueja una “epidemia estructural” en relación con el incremento de los homicidios.
A la postre, Víctor García compartió que ya se encuentran en nuevas observaciones que reflejen la afectación de exceso de mortalidad y pérdida de esperanza de vida en la segunda etapa de vida, caracterizada por la mutación de nuevas variantes del SARS-CoV-2 y de la aplicación de millones de dosis de las vacunas antiCovid, alrededor del mundo.
melc